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EL TIEMPO

Por: Gerardo Cartagena Crespo




¿Qué es el tiempo?
¿Existe realmente?
¿Se puede viajar en el tiempo?


¿Qué es el tiempo?

El tiempo es definido como «tipo de duración propio de los seres del mundo material; el tiempo se define como la medida, o el número, del movimiento, lo que reduce a la unidad su sucesión. Sólo la inteligencia puede medir «el antes y el después» de la sucesión temporal y reducirla a la unidad; el tiempo no existe, pues, formalmente sino gracias a la inteligencia, lo cual no impide que los instantes existan sucesiva y objetivamente» (Diccionario del Cristianismo).

Cuando se habla del Tiempo casi siempre (por no decir siempre) se da la impresión de que es un ente físico (como una fuerza o forma de energía) que gobierna y dirige el devenir y la marcha constante y continua de las cosas. O como una forma de substancia mítica, como el éter, que lo envuelve y lo controla todo.

Pero ¿qué es el tiempo? ¿Existe realmente o es un ente de razón que sólo existe en el pensamiento humano? Para dar respuesta clara e inteligible, veamoslo a través de la siguiente analogía:

¿Existe el frío? La primera impresión y según la experiencia es que sí existe, pues lo sentimos y vemos sus efectos. Esto según los sentidos externos. Pero la razón nos dicta que, para que exista una cosa debe tener substancia y esencia o naturaleza propia. El frío no posee substancia ni es producido ni está constituido por una partícula (como la materia o las cuatro fuerzas de la naturaleza) o algún tipo de onda o energía (como la luz), es simplemente ausencia de calor. Cuando un ente pierde calor se torna frío; y mientras más calor pierda o se disipe más frío se torna.

La sombra u obscuridad, ¿existe? Según los sentidos externos pareciera que sí existe. Pero no, no existe. Al igual que el frío ésta carece de substancia y esencia, es simplemente ausencia de luz que, al igual que el calor, sí tiene substancia y esencia o naturaleza.

Y la nada, ¿existe? Cuando se habla del concepto nada, muchos la visualizan o tienen la impresión de un lugar o estado de donde surgen las cosas. Si la nada fuese un lugar o estado de donde salen las cosas, ya no sería nada, sino algo. La nada no existe. Es simplemente un ser de razón que la inteligencia racional y la intuitiva concibe de modo intelectual para referirse a lo que no es, lo que no existe. Desde la fe cristiana, cuando se dice que Dios crea de la nada lo que se está diciendo es que Dios da el ser a lo que antes no era, el existir a lo que antes no existía.

Con estos ejemplos podemos razonar que el tiempo, al carecer de substancia y esencia no existe, sino que simplemente es la medida o modo de medir la duración y el devenir del ser existente (en este caso de toda la creación).

Luego lo que sí existe son entes físicos que, una vez comienzan a existir poseen una duración que puede ser medida y dividida en periodos por una inteligencia racional, en este caso el ser humano. Es esta medida de la duración del ser existente que llamamos tiempo.

Dicho ente, aunque estuviese totalmente detenido, congelado, en absoluto sin ningún tipo de movimiento, no podemos establecer que en él el tiempo se ha detenido (aunque sí de un modo relativo o subjetivo al ente) ya que por el hecho de existir lo envuelve la duración que es inmanente al ser creado.

Cuando miras el calendario no estás viendo momentos concretos a los cuales nos estamos dirigiendo, como cuando nos dirigimos a una ciudad o país, sino que lo que vemos son periodos o momentos divididos y establecidos por la inteligencia humana como puntos de referencia, ya sea para establecer momentos históricos del pasado, o prehistóricos, o para planificar eventos futuros.

Si entiendes este concepto de lo que realmente es el tiempo y tienes estas ideas bien clara, te ayudará a entender otras cuestiones que trataré más adelante.

Resumiendo. Cuando se dice que el tiempo no existe, se refiere a que en sí mismo no existe, sino en relación al ser creado o contingente. Así como el frío no existe en sí mismo, sino en relación al calor; o como la sombra que no existe en sí misma, sino en relación a la luz; y la nada que no existe en sí misma, sino como definición del no ser; de igual manera el tiempo no existe, sino en relación al ser contingente que, por el hecho de comenzar a existir lo envuelve la duración; y esta duración en el ser es lo que la inteligencia humana mide y llama tiempo.


Tiempo objetivo (tiempo real) y tiempo subjetivo (tiempo relativo)

Con la Teoría de la Relatividad de Einstein se ha establecido que no existe el tiempo absoluto, sino que el tiempo es relativo y, en muchos casos subjetivo, es decir, tal y como puede ser percibido por la inteligencia humana en determinados casos o factores que influyen en la percepción del transcurso del tiempo; y cómo el tiempo o la duración se manifiesta en las cosas según las circunstancias.

A continuación presentaré algunos ejemplos que nos ayudarán a entender cómo la inteligencia humana puede percibir lo que ha llamado tiempo: la duración la cual se manifiesta en el movimiento, cambio y evolución del universo.

Podemos hablar de un tiempo objetivo o real (el que transcurre realmente y que puede ser medido) y de un tiempo relativo o subjetivo (el que transcurre de modo aparente). Tenemos a tres personas. Una de ellas está tan entretenida y absorta en lo que está haciendo que, al terminar la labor le parece que el tiempo ha volado; otra, sin hacer absolutamente nada pasa ese día tan aburrido y tedioso, que el tiempo le parece transcurrir más lento que una tortuga; y un tercero, que estuvo todo ese día durmiendo al despertar le parece que no ha transcurrido ni un minuto. Los tres experimentaron de modo relativo y subjetivo el transcurso del tiempo de diferente manera, pero la realidad objetiva es que en los tres transcurrió el tiempo a la misma velocidad, es decir, el tiempo real es igual para los tres; ni más rápido ni más lento. Algo parecido sucedería con el ejemplo de la nave que viaja a la velocidad de la luz. Según la Teoría de la Relatividad, una persona que viajara a dicha velocidad sus signos vitales se harían tan lentos que tal viajero, después de siglos de viaje, tendría la impresión de haber viajado por un lapso de tiempo relativamente corto. Luego no es que el tiempo objetivo o real haya variado, sino que lo que varió fueron los signos vitales del viajero y, con ello, la manera de percibir el tiempo.


El tiempo como medida de la duración

Todo el universo posee unas propiedades que le permiten actuar y manifestarse, y esas propiedades pueden ser medidas y estudiadas por la inteligencia racional. Y así, por ejemplo, una de las propiedades de la materia es que posee masa. Pero ¿cómo actúa esa masa? ¿cómo puede ser medida? He aquí que el ser humano, gracias a la investigación y la experiencia, descubre que esa masa contenida en los cuerpos ejerce fuerza, presión, resistencia, calor, volumen...; luego crea intelectualmente una forma de medir dichos eventos y propiedades. Y así, para medir su peso la onza o el gramo, para la temperatura los grados (º) (ºCentígrados, ºFahrenheit, ºKelvin, ºCelsius), para los límites yardas o metros, para el volumen el galón o el litro, y así la velocidad, la presión, la corriente, el área...; y para cada situación un instrumento: balanza, termómetro, regla, velocímetro...

Lo mismo con el tiempo. Se sabe que la materia y la energía se mueven, actúan y se inter-relacionan, se transforman o cambian de posición y progresan o evolucionan, se suceden..., en fin, posee una duración aunque no se mueva en absoluto; luego para tales sucesos y duración la inteligencia racional inventa un modo de medirlos: segundos, minutos, horas..., y un instrumento para medir dichos sucesos o duración: el reloj, el reloj de arena, el péndulo.

De esta manera el tiempo se puede definir como la duración del ser creado y existente; también como la duración de un suceso, del movimiento, de la evolución y transformación del universo en conjunto, es decir, de toda la creación.


Dios y el tiempo. ¿Es posible que el tiempo se detenga de modo absoluto?

Con lo hasta aquí dicho podemos responder con toda claridad a la siguiente cuestión: ¿Es posible que el tiempo se relantice o hasta se detenga en el interior de un agujero negro? Según la Teoría de la Relatividad de Einstein, cuando la luz pasa lo suficientemente cerca de tal evento es curvada por la fuerza de gravedad; de igual manera se teoriza que pudiera suceder lo mismo con el tiempo. Según esto, se teoriza que dentro de tal evento, o más específico, dentro del agujero negro el tiempo se detendría totalmente.

Objeción. Pero sucede que la luz es un ente físico que, por lo tanto, puede ser afectado por otro ente físico como lo es la fuerza de gravedad; mientras que el tiempo al no existir, pues carece de substancia y esencia, no puede ser afectado directamente en ese sentido, sino de modo relativo en el ente que dura.

Esta teoría estudiada en profundidad trae varias interrogantes.

Primero, si es cierto que el tiempo se detiene en el interior de un agujero negro, ello quiere decir que todos los eventos en su interior se han detenido (movimiento, sucesión, transformación, evolución...), pero sucede que, desde el interior del agujero negro hacia afuera vemos o notamos el efecto de un evento producido por algo: la fuerza de gravedad que ejerce la materia comprimida en el interior del agujero negro; luego hay un evento que puede ser medido en tiempo. Pero el evento que mejor indica continuidad en el tiempo es que dicha materia crece cuando otros cuerpos son arrastrados a su interior; luego si hay crecimiento y aumento de masa, hay sucesión, transformación, evolución; luego existe el transcurso del tiempo, aunque éste pudiera ser relativo, es decir, no es una ausencia absoluta del tiempo. Luego podemos inferir como teoría que, cuando Dios creó el universo como una singularidad (es decir, el universo en potencia) el tiempo se daba de modo relativo, puesto que si ya existía un ente puede ser medido su duración. Lo que jamás sabremos aquí en este mundo es si la expansión o Big Bang se inició inmediatamente después de la creación de dicha singularidad, o si hubo un “lapso de tiempo” entre dicha creación y el inicio de la expansión.

Ahora bien, ¿realmente se detiene el tiempo en un agujero negro, o es simplemente el movimiento de la materia que cae en él lo que se detiene? Como hemos visto, si el tiempo carece de naturaleza física o material, la razón nos dicta que éste no puede ser afectado por nada, por dos razones: porque, como ya he mencionado, carece de substancia y esencia, y, segundo, por consiguiente no existe; y lo que no existe no puede afectar ni ser afectado por nada.

Si la Teoría de la Relatividad afirma que el tiempo surge o inicia junto con la materia, la energía y el espacio, para que el universo pudiese arrancar en un evento llamado Big Bang, necesitó que previamente existiese una Causa que le diese ese “empuje” o inicio.

Esta realidad nos lleva a conjetural que, si antes del Big Bang no existe ningún tipo de tiempo, el universo por sí mismo jamás, y por toda la eternidad, hubiese podido salir de dicho estado. Luego desde un razonamiento filosófico-científico y aplicándose lo hasta aquí dicho, la ausencia absoluta del tiempo es ausencia absoluta del universo. Pero si existe el universo hoy, ¿quién le dio ese empuje inicial? Si el tiempo surge junto con el universo, la razón nos dicta que tal evento no pudo originarse solo, sin causa. Luego, por fuerza, tiene que existir una Causa (fuera del tiempo, fuera de esta dimensión) que creara esta dimensión física compuesta por la materia, la energía, el espacio y el tiempo.


Agujeros negros y universos paralelos

Y hablando de los agujeros negros, según algunos teóricos cuando se forma un agujero negro, se forma también otro universo paralelo al nuestro, y, por consiguiente, la materia que cae en dicho agujero se traslada a dicho universo. Esta teoría exótica (debido a que es producto de la imaginación humana) crea un enigma. Si la materia que cae en el agujero negro pasa a formar parte de ese otro universo, quierese decir que tal agujero no debería existir hoy, puesto que, no solamente la materia que es arrastrada por el evento, sino también la materia que formó dicho agujero debió haber caído y formar parte de dicho universo. Luego en el instante en que se forma un agujero negro y se abriera tal dimensión, toda la masa caería en un instante hacia esa otra dimensión imposibilitando la creación y permanencia del agujero negro. Si hoy existen los agujeros negros y cuya masa puede ser medida es porque el evento por el que se abre a otra dimensión no se da. Y aunque se diera tal evento todo está en la infinita libertad de Dios que actúa como quiere y cuando quiere.

Todas estas teorías de estos señores teóricos surgen como respuesta para tratar de explicar de modo materialista y naturalista las realidades físicas y, con ello, tratar de eliminar cualquier referencia a un Creador. El problema de estas teorías (universos múltiples o burbujas, universos paralelos, auto-creación de la materia...) es que no pueden ser demostradas. Y se pretende que se crea en ellas como si fueran dogmas de fe (pero una fe naturalista) en las que no hay cabida para un Creador y Conservador.


¿Dios es afectado y regido por el tiempo?

Teniendo en cuenta lo hasta aquí dicho, queiro ampliar la idea de Howking con relación a la ausencia de causa en el origen del universo.

El gran físico y cosmólogo de nuestros tiempos Stephen Hawking, ha desarrollado una teoría (basado en este concepto del tiempo) con la que pretende demostrar que no es necesario la existencia de un creador; incluso afirma que es imposible la existencia de una causa antes del comienzo del tiempo. Para ello desarrolla una teoría con la que pretende explicarlo.

Concluye su exposición de la siguiente manera: “No se puede retroceder antes del Big Bang, porque no existía nada antes del Big Bang”. Lógicamente, si no existía nada antes del Big Bang, quiere decir que antes del Big Bang tampoco hubo un ciclo de expansión y contracción infinito como pretenden enseñar y sostienen muchos ateos con la teoría del universo cíclico. Luego la conclusión de Hawking, en este punto, es a favor de un Creador.

Sigue él en su exposición final en el documental: “Finalmente encontramos algo (refiriéndose al origen del universo) que no tiene una causa, porque no existía un tiempo en el que pudiera existir una causa”. Luego, según este principio teórico, el universo tampoco pudo haber tenido un origen, un principio en el ser, puesto que nada que no existe puede darse él mismo la existencia.

Y continúa asegurando que “como el tiempo mismo surgió en el momento del Big Bang (teoría ésta que es postulada por la Teoría de la Relatividad de Einstein y que no ofrece ninguna dificultad para admitir la existencia de un Creador, al contrario, la insinúa puesto que, si “el tiempo mismo surgió en el momento del Big Bang”, quierese decir que antes del Big Bang no existía, luego para existir tuvo que haber sido creado... ¿Por quién?) es un acontecimiento que no puede haber sido causado o creado por nadie ni por nada”. Es interesante que desde el punto de vista de la ciencia física y teórica Stephen Hawking ha destruido uno de los argumentos de la teoría cíclica del universo y, con ello, postula la imposibilidad de la eternidad de la materia. Pero sigamos con la parte clave de su exposición.

“Para mí esto significa que no existe la posibilidad de un creador, porque no hay un tiempo en el que pueda haber existido un creador”.

Esta conclusión se basa en el hecho de que, antes del Big Bang, el tiempo no existía. Es así que, no puede existir un tiempo antes por el que pudiese existir una causa o ser físico (en el que incluye también a Dios como si fuese un ente físico o, por lo menos influenciado por el tiempo) que diera origen y movimiento al universo. Esto es totalmente cierto en el sentido de que, antes no podía existir (y de hecho no existía) nada que diese a entender origen o continuidad eterna del universo. Luego la teoría de Hawking, como ya he mencionado, destruye de raíz la teoría cíclica de un universo eterno. Pero hay un detalle que se le ha escapado a Stephen Hawking (y con él a muchos que habrán aceptado y apoyado su teoría), que el Dios Inmanente y Trascendente que creó el universo no se rige por el tiempo ni mucho menos es regido por el tiempo. Luego la conclusión, aunque es cierta en cuanto a que el universo no tuvo un precedente físico por el cual se pudiera inferir existencia previa (como dato científico), es errónea en cuanto a establecer que Dios se rija por el tiempo para entonces poder negar su existencia (negación basada en un dato o concepto filosófico erróneo).

Con todo el respeto que merece el gran físico y cosmólogo Stephen Hawking, en teología católica y filosofía se ha colgado; y no porque sea enseñanza católica la eternidad de Dios, sino porque el Inmanente y Trascendente, el Eterno y Existente así lo ha revelado a su Iglesia por el Espíritu Santo en Jesucristo.

También se puede deducir de modo racional (y de hecho Hawking con su teoría nos ha dado, desde el punto de vista científico, la clave) el acceso racional a la existencia de Dios y su eternidad.

En otras palabras, la ciencia, en boca de uno de los más grandes físico y cosmólogo de nuestro tiempo, nos ha brindado un argumento más (y de gran peso) que corrobora y apoya la verdad católica de la existencia y eternidad de Dios.

En el siguiente vídeo de casi tres minutos un resumen de la idea de S. Hawking de su teoría aquí expuesta:

https://youtu.be/2HVgScXMHR8

Lo interesante de toda esta discusión establecida por Hawking para negar la existencia de Dios basada en la ausencia del tiempo antes del Big Bang, cuya consecuencia es la ausencia absoluta de una Causa (Dios) es contradicha por él mismo. Veamo.

En un artículo sobre "Argumentos racionales a favor de la existencia de Dios" escribí lo siguiente:

La trampa científico-filosófica de Hawking

Es ésta la contradicción en la que caen muchos no creyentes incluyendo a Howking quien, en su libro (El Gran Diseño), después de afirmar que la filosofía está muerta, ahora pretende asegurar, basándose en un concepto filosófico mal entendido y mal aplicado (es decir, que saca tal concepto estrictamente filosófico e intelectual al plano físico), que "de la nada, por gravedad, se crea el universo" "sin necesidad de un creador". ¿Y no que antes del Big Bang, al no existir el tiempo, por ello no existía una causa que lo generara? Pero ahora sucede que sí. Al parecer su primera teoría no le funcionó bien.

Con esta "teoría", al pretender eliminar la Causa metafísica creadora del universo, le añade otra "causa", pero fisica, mucho más enigmática y misteriosa que la que quiso eliminar. Si el universo, por las leyes de la gravedad, se crea a sí mismo de la nada, ¿de dónde procede esa gravedad? ¿Qué o quién la origina? ¿No se supone que la gravedad, que es un ente físico, sea un producto de la masa, de otro ente físico? Hawking no da ninguna explicación del origen y el por qué de tal gravedad. Entonces ¿quién la origina y la mantiene? ¿Desde cuándo existe o comenzó a existir? Es así que se vuelve a caer en el mismo problema filosófico del que se quería salir y evitar. Es así que Hawking no solamente no pudo eliminar la Causa metafísica y sobrenatural del origen del universo sino que, con su teoría, traslada dicha Causa desde un ente físico (el universo) a otro ente físico (un estado físico -que NO es la nada- o vacío cósmico o cuántico, muy distinto a lo que es el concepto nada, o, como dicen otros investigadores, generado por fluctuación cuántica; pero aún así, se idee el estado del que ha surgido el universo, ninguno de dichos estados es la nada pues son estados físicos).

Entonces si antes la dificultad para los naturalistas, materialistas y ateos era cómo probar que el universo no tuvo un creador (por lo menos la teoría de un estado cíclico del big bang les ayudaba en algo) ahora resulta que van a tener que resolver un problema mucho más enigmático y lleno de interrogantes, ¿de dónde surgió dicho estado físico del que procede el universo? ¿qué o quién creó dicho estado de gravedad o de fluctuación cuántica? Si estamos hablando de un ente físico (gravedad o fluctuación cuántica) NO es posible que sea la nada, pues la nada no existe; y si Hawking lo utiliza para explicar el origen del universo de la nada (pues según su teoría no existe otra manera de explicarlo), ahora deberá crear una teoría que explique el surgimiento de tal estado gravitatorio o cuántico de la nada o no ser -¿¿¿???


Esta es la trampa en la que Hawking ha caído al tratar de mezclar y confundir conceptos filosóficos con realidades físicas. ¿Quién dio origen a esa gravedad? Volvemos otra vez al problema de averiguar sobre la procedencia de dicha gravedad que supuestamente dio origen al universo. 


¿Se puede viajar por el tiempo?

Todo este pensamiento desde el punto de vista científico y filosófico nos lleva a responder con toda claridad esta otra cuestión:

El pensamiento humano dado a la curiosidad y a la fantasía, intenta averiguar si es posible viajar en el tiempo. Luego una respuesta clara y acertada a esta interrogante se hace necesaria: ¿Se puede viajar en el tiempo? Si has entendido lo hasta aquí dicho, ya debes saber la respuesta.

Desde el punto de vista filosófico y según las leyes de la física sería imposible un viaje por el tiempo. Y ello porque el tiempo no existe; el tiempo, como hemos visto, es simplemente el modo o manera por el que la inteligencia mide la duración, y para que haya duración ha de existir un ente físico o material.

Debemos pensar inteligentemente y razonar que el pasado ya no existe, fue y ya no es; los entes actuales se "mueven" cada instante, y según lo percibe el raciocinio humano, hacia el futuro, luego no dejan ni pueden dejar copias reales o concretas en el pasado, ello es física y filosóficamente imposible; sólo queda el recuerdo de lo que fue, y ese recuerdo sólo puede ser captado por la inteligencia, luego el pasado ya no es.

A modo de imaginación o fantasía: Un viajero que quiera viajar concretamente al pasado se encontrará con nada, puesto que los que lo actualizaban ya no están; luego no es posible tal viaje, puesto que no existe.

Para que lo entiendas mejor, desde un punto de vista filosófico-físico-teórico. Volviendo a los agujeros negros, la teoría que indica la ausencia absoluta de tiempo nos señala e indica que no es posible viajar por el tiempo, en este caso al pasado. Si fuere posible viajar al pasado, en el momento de formarse un agujero negro la ausencia absoluta de tiempo lo detendría en ese punto en el tiempo, por lo que dejaría de existir en el futuro inmediato, pues si hemos de suponer que se detiene todo en él, la lógica y el sentido común nos señala que dejaría de avanzar en el tiempo. Luego si hoy pueden ser identificados y conocidos por los efectos que producen es porque tal viaje al pasado no es posible, y porque el hecho de que avancen en el tiempo es porque la ausencia de tiempo no es absoluta, sino relativa. Luego esta verdad nos indica que la hipótesis de poder viajar por el tiempo o a otras dimensiones o universos a través de los agujeros negros es imposible. Ello es fruto de una imaginación naturalista que trata de librarse, a como dé lugar, de la idea de un Creador.

Igualmente el futuro no existe, puesto que los seres concretos que lo hemos de actualizar, nos encontramos en este momento y no en el futuro. Luego el futuro, que todavía no es, es una posibilidad que se hace realidad a cada instante en que nos movemos.

A modo de imaginación o fantasía: Un viajero que pretenda viajar concretamente al futuro, dejando el presente como está, no podrá hallar nada en que ubicarse, puesto que los que van a actualizarlo no han llegado todavía; luego el viaje al futuro es imposible, puesto que éste no existe, sólo existe en la imaginación. Y sólo con la imaginación es que podemos visualizar y conjeturar cómo podrá ser el futuro.

Luego esta verdad nos indica que la hipótesis filosófica expuesta por el filósofo Nick Bostrom de que somos una simulación de la realidad creada “por seres humanos superiores cuya sofisticada tecnología del futuro les permite saber cómo eran sus antepasados”, es decir nosotros, es toda una fantasía y un absurdo intelectual.

Debemos de crear conciencia y entender que, el movimiento y las transformaciones y sucesiones de los entes físicos son medidos por lo que el ser humano ha inventado y ha llamado tiempo, e intelectualmente lo ha dividido en periodos o divisiones como los segundos, minutos y horas. Las fechas son invenciones intelectuales para ser utilizadas como puntos de referencias tanto hacia el pasado como hacia el futuro. Luego los días, los meses y los años en el futuro no existen; existen cuando se den o actualicen, para luego, en un instante dejar de existir, sólo en el recuerdo. Además los días y el año están adaptados a la rotación y traslación de la Tierra cuyo período es utilizado para medir la duración de los entes físicos.

A modo de fantasía o imaginación: El viaje en el tiempo (ya sea al pasado o al futuro) implicaría posibilidad de cambios que tenderían a lo infinito; luego implicaría división en el tiempo; luego yo que estoy escribiendo esto, si alguien viajara ahora por el tiempo hacia el pasado y efectuara un cambio que afecte de un modo violento mi vida, el yo actual, concreto, no dejaría de ser; luego se abriría otra línea de tiempo paralelo; otro mundo, otro universo; luego sería el hombre y no Dios quien tendría control absoluto de la creación y de los posibles universos creables.

Luego el viaje por el tiempo, filosófica y físicamente es imposible. Sólo puede caber en la mente de quienes rechazan la Verdad Absoluta, y se amparan detrás de tales fantasías como excusas para vivir su vida al garete, sin ninguna responsabilidad.


Un viaje en el tiempo relativo y sin retorno

Según la teoría de Einstein se puede viajar en el tiempo pero de un modo relativo y en una sola línea: el futuro.

Este viaje no sería propiamente un viaje al futuro como vemos en las películas, series y novelas de ficción, sino un viaje relativo que no afectaría el concepto.

Según la teoría si se viajara a la velocidad de la luz, quien viaje a dicha velocidad, sus signos vitales casi se detendrían. El viajero no tendría noción de dicho cambio, puesto que se vería moverse y actuar de modo normal, mientras que los que estamos fuera, vamos cambiando, envejeciendo y muriendo. Después de decenas o cientos de años, el viajero que cree ha pasado poco tiempo y no ha sufrido cambio alguno, se encuentra con una Tierra que ha cambiado, sus amigos han envejecido o han muerto, pero que para su fortuna o desgracia ya no puede volver atrás. El viaje de retorno al pasado es imposible, ha dejado de existir. Sólo existirá en el pensamiento de quienes lo vivieron o lo recuerdan por tradiciones y escritos humanos.

Te puede interesar:
*Vídeo: El tiempo no existe



También una descripción teórica de cómo sería o es la eternidad de Dios con respecto a nuestra temporalidad. El siguiente tratado, aunque trata de la oración, nos da una muy buena idea al respecto:

¿De verdad, de verdad responde Dios a nuestras oraciones?

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