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NUESTRO HOGAR, EL SISTEMA SOLAR...

y el origen del universo desde la fe de la Iglesia Católica
Por Gerardo Cartagena Crespo


El Sistema Solar es una pequeña región de la galaxia en espiral llamada Vía Láctea, el cual se compone de una estrella amarilla, de tamaño mediana, llamada Sol y ocho planetas orbitando a su alrededor


Introducción

Dios en su infinita misericordia se ha revelado de dos maneras, una directa o próxima en la Divina Revelación (Juan 14, 25-26; 16,12-13), que ha sido depositada y encargada a la Iglesia que Cristo fundó (Efesios 3,8-11; Hechos 20,28) en dos fuentes de tradición: la escrita y por viva voz (2 Tesalonicenses 2,15; 2 Timoteo 2,2); y ello porque la Iglesia es base y fundamento, columna y baluarte de la verdad (1 Timoteo 3,15); y esto también es así porque Dios, que es Dios de orden y paz y no de confusión (1 Corintios 14,32-33), quiere que todos los seres humanos lleguen al conocimiento pleno de la verdad (1Timoteo 2,3-4). Y esto sólo se puede lograr en la unidad de la Iglesia (1 Corintios 12) en una fe, un bautismo, en el mismo conocimiento de Dios (Efesios 4, 3-16).

La otra manera por la que Dios se ha revelado es la remota, es decir, por la creación (Romanos 1,19-20; Sabiduría 13,1-9), mediante la cual podemos estudiar y conocer, indagar y descubrir, ver y contemplar la grandeza, hermosura y bondad del Creador.

Todo cristiano debería darse un tiempo de contemplar las bellezas y grandeza de la creación alabando a Dios.

A continuación una reseña de nuestro entorno celeste, el Sistema Solar que con tanto amor el Padre nos ha preparado y, desde una visión cristiano católico, el origen del universo desde la ciencia y la fe.


Primera parte
¿Qué es el Sistema Solar?




A. El Sistema Solar es una pequeña región de la galaxia en espiral llamada Vía Láctea, el cual se compone de una estrella amarilla, de tamaño mediana, llamada Sol y ocho planetas orbitando a su alrededor.

B. Estos son: cuatro planetas interiores y rocosos: Mercurio, Venus, Tierra (con 1 satélite) y Marte (con 2 satélites); y cuatro planetas exteriores y gaseosos: Júpiter (con más de 60 satélites), Saturno (con más de 60 satélites también), Urano (con 29 satélites) y Neptuno (con 15 satélites).

C. Un satélite es un objeto (en este caso un cuerpo celeste) que orbita y acompaña a otro objeto o cuerpo celeste de mayor tamaño e importancia.

D. Los satélites más importantes por ser los más grandes y mejor estudiados y conocidos y que llevan nombres son: 1) de la Tierra: Luna; 2) de Marte: Fobos (significa «miedo») y Deimos (significa «terror»); 3) de Júpiter: Calixto, Europa, Ganimedes, Ío. (Estos cuatro satélites se conocen también como Galileanos, pues fue Galileo Galilei quien los descubrió en una de sus primeras observaciones astronómicas con un telescopio para 1609); 4) de Saturno: Dione, Encelado, Febe, Titán; 5) de Urano: Ariel, Miranda, Oberón, Titania, Umbriel; 6. de Neptuno: Nereida, Proteos, Tritón.

E. Nuestro Sistema Solar posee un cinturón de asteroides entre las órbitas de Marte y Júpiter, el cual contiene un planeta enano llamado Ceres. (Dicho cinturón de asteroides se piensa que son los residuos de un planeta que no se pudo formar debido a la fuerza de gravedad de Júpiter).

F. También hay meteoroides y cometas paseándose por su vecindad. Cuando uno de estos meteoroides entra a nuestra atmósfera y llega a tierra se le llama meteorito.

G. El Sistema Solar ocupa un pequeñísimo espacio situado cerca del borde de uno de los brazos de la Vía Láctea, a unos 26,000 años-luz del centro.

H. Para dar una vuelta completa alrededor de ese centro, el Sol, que viaja a unos 70,000 km/h, necesita unos 225 millones de años terrestres.

I. Más allá de la órbita de Neptuno se extiende el Cinturón de Kuiper (se pronuncia kiper), el cual contiene innumerables cuerpos, algunos de ellos conocidos y llamados planetas enanos como Plutón (anteriormente conocido como el noveno planeta, pero con la nueva definición de planeta ha sido degradado a planeta enano), Eris (un poco más grande que Plutón), Sedna, y varios más.

J. Según la nueva definición de planeta dada por la International Astronomical Union, en agosto de 2006, para que un cuerpo celeste pueda ser considerado un planeta, en nuestro Sistema Solar, debe cumplir con los siguientes requisitos:

1. Tiene que olbitar alrededor del Sol.
2. Tiene que ser lo bastante grande para que la gravedad le dé una forma esférica y la conserve.
3. Su gravedad ha de haber atraído casi todo lo que haya cerca de él en su órbita alrededor del Sol, de modo que siempre tenga el camino libre.

Aunque Plutón cumple con las primeras dos condiciones, no cumple con la tercera, puesto que existen muchos escombros o rocas en su trayectoria orbital.

K. El Cinturón de Kuiper se extiende desde unos 30 UA hasta unos 50 UA (Unidad Astronómica).

L. Una Unidad Astronómica (UA) es el equivalente a la distancia Tierra-Sol, o sea, unos 150 millones de kilómetros.

M. Más allá del Cinturón de Kuiper, a modo de esfera que cubre y envuelve todo el Sistema Solar, encontramos la "Nube de Oort", el cual se extiende desde los 50 UA hasta unos 50,000 UA, y en el cual se cree que habitan millones de cometas esperando que una fuerza mayor los empuje ya sea hacia el interior del Sistema Solar (como ha ocurrido con muchos de ellos), o hacia el exterior del Sistema para nunca más volver.


Segunda parte
Cómo se formó el Sistema Solar

Nuestra historia cosmológica comienza cuando hace unos 13,700 millones de años atrás, Dios dijo: “Haya luz” (Génesis 1). Y una espectacular y maravillosa explosión... mejor dicho, expansión o Big Bang, de una singularidad o punto cero nace, crece y se desarrolla el universo. Luego de cientos de millones de años, gracias a una inflación ocurrida en el primer segundo de vida del universo, que provoca unas fluctuaciones en la expansión, provocando que regiones de materia del universo frenen su velocidad gracias a la fuerza de gravedad, permitiendo que dicha materia (materia oscura y gas de hidrógeno 75% y helio 25%) se condense y comprima hasta tal punto que comienza un proceso de contracción y expansión, hasta que la temperatura interna alcanzada es suficientemente alta como para encender, por fusión, una estrella. Tenemos entonces la primera generación de estrellas.

Estas, gracias al proceso de fusión, convierten el hidrógeno en helio y, al final de sus vidas, el helio almacenado en carbón.

Una vez una estrella ha agotado todo su combustible y al no poder generar suficiente presión, el núcleo se encoge permitiendo que las capas externas, ricas en materiales pesados, se escapen al medio interestelar, mezclándose con otras nubes de gas, de las cuales surgirán las siguientes generaciones de estrellas, las cuales continuarán, conforme a la infinita sabiduría y gobierno de Dios, fabricando más elementos pesados.

Una estrella normal no posee la suficiente energía como para crear elementos pesados más allá del hierro, por consiguiente, en la infinita sabiduría de Dios, entran en función las novas y supernovas, es decir, estrellas cuyas masas son varias veces la de nuestro Sol. Al ser tan masiva, cuando su combustible se agota, llega un momento en que la fuerza de gravedad sobrepasa la presión que la estrella puede generar, y ésta colapsa permitiendo que el núcleo se comprima. En menos de un segundo todo el núcleo de la estrella se derrumba provocando una onda expansiva hacia el exterior, en la que toda la capa exterior es disparada en una espectacular explosión que provoca que la estrella genere tanta energía como la energía de toda una galaxia. Esta explosión crea, o mejor dicho, por medio de estas explosiones Dios va creando nuevos elementos más pesados que el hierro. Y así, cuando mires una prenda de oro o plata, estas viendo unos elementos que se crearon en una de estas espectaculares explosiones hacen miles de millones de años.

Hacen casi 5,000 millones de años, una de estas nubes (en su mayoría hidrógeno y helio, que son el combustible indispensable para que se forme una estrella), ahora rica en materiales pesados, se comienza a concentrar y a comprimir. Al irse comprimiendo va creando una presión que provoca que la materia se caliente, provocando a su vez que ésta se expanda. Este proceso de expansión y contracción durará un millón de años o más hasta que la temperatura interna sea lo suficientemente alta como para mantener un equilibrio entre la expansión provocada por el calor, y la contracción provocada por la gravedad. Así nace nuestra estrella, el Sol.

Cuando se forma el Sol, el material a su alrededor se va esparciendo y disipando (gracias al viento solar) y concentrando en pequeños cuerpos que van creciendo y adquiriendo una órbita estable.

La Tierra, este bello planeta, escogido y cuidado por la sabiduría y gobierno amoroso de Dios, se va enriqueciendo de los elementos necesarios para albergar la vida. Primero ocupa un lugar privilegiado en el sistema que se está formando: ni muy lejos del Sol para que no se congele, ni muy cerca para que no se achicharre.

Los primeros millones de años de formación son cruciales para que se pueda establecer en él la vida tal y como la conocemos. La cantidad de materia que recibe no puede exceder la requerida para que la fuerza de gravedad no aplaste las primeras formas de vida. No puede ser muy pequeño puesto que no tendría la suficiente gravedad como para mantener la atmósfera requerida para dar inicio a la vida.

Según la teoría más probable es que la Tierra, en sus comienzos no tenía un satélite, por consiguiente esto provocaba que la Tierra se inclinase en su eje de rotación tanto, que los cambios climáticos serían tan drásticos como para, si no impedir el surgimiento de la vida, quizá el que se pudiera desarrollar satisfactoriamente. Posiblemente Dios hubiese creado la vida en este planeta sin satélite (como en muchos otros que pudo, si quiso, haber creado con formas de vida), pero que, debido a estos cambios climáticos tan drásticos, la vida no se hubiese podido desarrollar tal y como la conocemos hoy. Pero Dios no quiso crear un planeta para que albergara unas formas inferiores de vida, Él quiso crear un planeta apto, no sólo para la vida, sino, sobre todo, para que lo habitara su criatura predilecta por quien creó todo el universo, el ser humano -tú y yo-. Por eso, en su infinita sabiduría y gobierno de la creación, a los pocos millones de años después de haber creado la Tierra, permite que un cuerpo celeste del tamaño del planeta Marte, choque contra la Tierra, aún líquida por las altas temperaturas. Esta colisión envía al espacio gran cantidad de materia, la suficiente para que, luego de cientos de miles de años se condense, en órbita alrededor de la Tierra, y se forme la Luna.

En los comienzos de la Tierra, enormes cantidades de cometas (cuerpos conteniendo agua) se precipitan contra la Tierra llenándola del preciado líquido y otros elementos necesarios para la vida. Luego de millones de años, cuando ya todo estaba listo, la divina Providencia entra en acción obrando, gracias a las leyes por él establecidas, y él mismo, por su gobierno sobre la creación (no el azar ni la casualidad, que son fuerzas ciegas con las que los ateos y materialistas se valen para tratar de explicar el surgimiento y evolución de la vida) va uniendo los elementos necesarios para crear los primeros compuestos orgánicos, y con ellos ensamblar la primera forma biológica a la que le infunde de Sí mismo la vida.




Te puede interesar:


*Si deseas contemplar la creación de Dios, te invito a que veas los siguientes vídeos:


2. Documental, La formación de la Tierra. Interesantísimo documental que, desde las teorías más actualizadas nos presenta una maravillosa historia del origen y formación del hogar que Dios, en su infinita misericordia y bondad, nos ha preparado. Recomiendo que lo veas y al verlo en cada escena piensa y medita en la intervención de Dios en la construcción de este maravilloso hábitat que es la Tierra, y verás que no existe contradicción entre la ciencia bien entendida y la fe de la Iglesia Católica también bien entendida

*Sobre la Teoría del Big Bang, te recomiendo el siguiente enlace y verás que no existe contradicción entre la ciencia y las verdades de la fe católica:

Vídeo: Lo que un sacerdote católico aportó a la ciencia de la astronomía de inicios del siglo XX y que cambió la visión del universo para siempre.

Mientras los científicos teóricos, para 1930 buscaban desarrollar una teoría que explicara tanto la Teoría de la relatividad de Einstein (por la que se infería que el universo estaba en expansión) y lo que Hobble había observado por el telescopio (que las galaxias estaban alejándose unas de otras), el Padre Lemaître, para 1927, publica un artículo en el que desarrolla, matemáticamente y por primera vez, el origen del universo a partir, de lo que él llamó, el átomo primordial.

Los teóricos, al enterarse de tal artículo, muchos de ellos lo rechazan porque veían en esta teoría del Padre Lemaître un acto de creación que no estaban dispuesto en admitir. 

Debemos saber que, para esta época (de un fuerte ateísmo científico)  la teoría cosmologica aceptada era que él universo era eterno, por consiguiente la idea de un creador no es necesaria. Es por ello que esta nueva teoría encuentra al principio tanta resistencia.

El nombre "Big Bang"  o "Gran Bum" (nombre que consideraban feo) surge como una reacción negativa y de rechazo a la nueva teoría.

Para acceder a información completa, toca el siguiente enlace: 

Breve historia de la teoría del big bang

También puedes accesar:

Iglesia y astronomia: Georges Lemaître

*Y sobre creación y evolución el siguiente artículo te ayudará a entender todas esta cuestiones que en nada contradicen la fe de la Iglesia Católica.

¿Pueden la Creación y la Teoría de la Evolución ser compatibles? ¿Podemos los cristianos admitir la Teoría de la Evolución aunque sea como una posibilidad? Estas preguntas serán contestadas en este artículo.

Creencia contradictoria a lo hasta aquí dicho: la creencia de la Tierra plana hoy siglo XXI

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FORMACIÓN CATÓLICA
Para acceder a tratados ya publicados ver índice de contenido

Formación católica (enlaces). Información y formación para el católico de hoy (tratados, vídeos, blogs y páginas web, otros) sobre Dios, Jesucristo, Iglesia, Divina Revelación (Biblia y Tradición), Dogmas de fe, protestantismo y ateísmo, leyendas negras contra la Iglesia y las contribuciones de la Iglesia a la Humanidad...

1. Oasis de Salvación y verdad (página principal)


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¡Católico! Conozca y aprenda a defender su fe con el P. Luis Toro y el Padre Raúl Sánchez

1. El Padre Luis Toro es un excelente apologista y conferenciante que, en sus múltiples debates con pastores de congregaciones protestantes, ha sabido exponer con claridad y fundamentos bíblicos todas las preguntas y objeciones que le han presentado. Más las diversas conferencias son una excelente fuente de formación y conocimiento bíblico que ningún católico (ni apologista católico) no debe desaprovechar.

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Entre sus vídeos hallamos:

  • Debates contra pastores protestantes
  • pentecostales
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  • Otros

  • Testimonios de conversión a la fe católica

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2. El Padre Raúl Sánchez es un sacerdote colombiano que defiende la fe católica desde la historia (cuando se refiere al protestantismo), mas sus vídeos incluyen gran variedad de temas de actualidad (como por ejemplo los escándalos en la Iglesia). Aunque sus vídeos tienen una duración de entre 5 minutos en adelante, son precisos y concisos.

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3. Para formación católica desde la Biblia y los Padres de la Iglesia:

Ver: Apologética Católica

4. Para temas variados de formación: Filosofía, Teología, Biblia, Historia:

Ver: Apología 2.1

5. Padre Jorge Loring. Apologista y gran divulgador de la fe católica. Su libro más importante "Para Salvarte" contiene cientos de temas y esta traducido a varias lenguas:

Ver: libros (pueden ser descargados)

Ver: Vídeos (diversos temas)


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