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ARGUMENTOS RACIONALES A FAVOR DE LA EXISTENCIA DE DIOS

Y la trampa científico-filosófica de Stephen Hawking
Por Gerardo Cartagena Crespo


Por fin la ciencia ha evidenciado y demostrado que el universo sí pudo haberse creado él mismo de la nada y, por consiguiente, no es necesario un creador, por lo tanto, la idea de un dios creador por fin ha sido superada por la ciencia; ya no existe argumento teísta alguno que lo reivindique. ¿Es posible llegar a una afirmación tan tajante como ésta? ¿Por fin el ateísmo ha logrado su cometido? Según Hawking y otros investigadores, sí; pero ¿es posible una respuesta y salida airosa y convincente por parte de los teístas? ¿Es posible, según muchos no creyentes, argumentar la inexistencia de realidades metafísicas sin el uso de los principios filosóficos? ¿Qué diferencia hay entre un argumento estrictamente científico y uno filosófico?


Prólogo

Ciencia y filosofía

Lo primero que quiero dejar establecido es que, no se puede utilizar la ciencia para probar directamente si Dios existe o no ya que, el campo de estudio propio de la ciencia son los entes físicos, el universo con todas sus propiedades; por consiguiente las realidades espirituales y sobrenaturales escapan al conocimiento científico por medio de la experimentación. Esta verdad no impide que, por vía de razonamiento haciendo una interpretación filosófica de las verdades y teorías científicas y antropológicas podamos acceder, de modo remoto o indirecto, a su realidad existencial.

Ante esta posibilidad que nos proporciona la filosofía, algunos no creyentes señalan que la filosofía no es una ciencia y, por ello, es incapaz de dar conocimiento, luego es un absurdo utilizarla como herramienta para el conocimiento humano y mucho menos para argumentar nada.

"La filosofía ha muerto", asegura Hawking en su libro "El gran diseño", y mientras muchos no creyentes lo apoyan, se dedican a utilizar la ciencia para negar la existencia de Dios valiéndose de la filosofía. Sí, esa "cosa ya inservible, absurda y anticuada que mantiene al ser humano atrasado y en la ignorancia" (esto es lo que dan a entender muchos no creyentes en la forma despectiva al hablar de la filosofía). Pero a la hora de negar la existencia de Dios y de condenar la fe como un atraso, estorbo e impedimento del verdadero conocimiento que proporciona la ciencia, no vacilan en utilizarla. Y es que la filosofía, en el campo del conocimiento, sea cual sea, es imposible prescindir de ella.



El Big Bang y los argumentos científico-filosóficos

Como ejemplo veamos lo siguiente. Cuando se estaba desarrollando la Teoría del Big Bang surgieron interrogantes como, ¿se expandirá el universo para siempre? o ¿habrá un momento en que dejará de expandirse para comenzar una contracción? Dicha contracción ¿culminará en otro big bang? La respuesta a dichas interrogantes estaba en la fuerza de la gravedad la cual dependía de la cantidad de materia contenida en el universo. Así que, la siguiente pregunta surgida es, ¿cuánta materia hay en el universo? Se sabe que la materia visible no es suficiente para proporcionar suficiente fuerza de gravedad como para frenar la expansión. La solución se encontró en la materia invisible que ya, desde la decada de 1930 se sospechaba su existencia y que fue denominada "materia oscura". La siguiente interrogante surgida entonces fue, ¿cuánta materia oscura existe en el universo? Por varias décadas muchos estudios y observaciones se centraron en ello. Hubo momentos en que se pensó que no había suficiente materia oscura como para generar suficiente gravedad para frenar la expansión. Ya para la década de 1990 muchos investigadores, según sus cálculos, indicaban que el universo estaba desacelerando, pero para finales de la misma década las cosas cambiaron con el hallazgo de una fuerza desconocida denominada "energía oscura", que está provocando que la expansión del universo esté acelerando.

Hasta aquí ningún problema pues, todas estas interrogantes e investigación es parte de la normativa dentro del campo de estudio estrictamente científico.

Otras interrogantes surgieron también a raíz del desarrollo de la Teoría del Big Bang: Si el universo se inicia con una expansión parecida a una explosión, entonces ¿es posible que el universo tuvo un comienzo, un origen? y ¿cómo se dio ese origen? Hasta aquí ningún problema pues, todavía estamos dentro del campo de la investigación científica y, hacerse este tipo de interrogantes, no es conflictivo.

El problema surge cuando del campo estrictamente científico se pasa al filosófico: Si el universo tuvo un comienzo en el tiempo, ¿se originó sólo? ¿intervino algo o alguien para generarlo? ¿quién y por qué? ¿podemos hablar entonces de creación?, luego ¿tiene el universo una Causa? o ¿se originó él solo? Y es que, tanto para creyentes como para no creyentes la idea del Big Bang da la impresión de un origen por creación del universo. Así lo entendieron en esos primeros años del desarrollo de la Teoría.

Y es que, en la época (finales de la década de 1920) en que surge la Teoría del Big Bang, la idea y creencia general del universo es que éste era eterno e inmóvil, por consiguiente la idea de creación estaba totalmente desechada por los científicos no creyentes. Por eso cuando surge la Teoría el rechazo a la misma fue casi unánime, máxime cuando se vislumbraba en ella (por vía de razonamiento) la idea de creación.

Es así que se inicia una larga lucha entre teístas (creencia en un único Dios personal creador del universo que puede ser conocido racionalmente) y los naturalistas (los que postulan un universo sin creador; el universo es fruto de la casualidad y del azar) que perdura hasta hoy.

Para los teístas el utilizar estas teorías científicas como argumentos racionales, utilizando la filosofía como herramienta de estudio y conocimiento para poder acceder y responder a interrogantes metafísicos que la ciencia, por estar limitada al campo de los entes físicos, le es imposible responder y acceder, no ofrece ningún impedimento ni contradicción.

La contradicción se da cuando los no creyentes pretenden utilizar las teorías científicas, luego de asegurar que la filosofía no es una ciencia de conocimiento humana, que es un método obsoleto y de atraso, que no sirve para nada y está muerta, ahora pretendan decir que tales argumentos científicos niegan la existencia de Dios y todo lo relacionado con la fe. La ciencia no puede negar algo al que le es imposible acceder y, al utilizar las teorías científicas como argumentos racionales para negar a Dios y la fe, se está pasando de lo estrictamente científico a lo estrictamente filosófico. Es así que, se cae en el absurdo y la contradicción el rechazar y ridiculizar un instrumento del conocimiento humano, para luego argumentar creencias y opiniones que la ciencia de manera directa no puede. Es así que, es estrictamente imposible argumentar sobre realidades metafísicas sin el uso de la filosofía.


La trampa científico-filosófica de Hawking

Es ésta la contradicción en la que caen muchos no creyentes incluyendo a Howking quien, en su libro (El Gran Diseño), después de afirmar que la filosofía está muerta, ahora pretende asegurar, basándose en un concepto filosófico mal entendido y mal aplicado (es decir, que saca tal concepto estrictamente filosófico e intelectual al plano físico), que "de la nada, por gravedad, se crea el universo" "sin necesidad de un creador".

Con esta "teoría" pretende eliminar la Causa metafísica creadora del universo y le añade otra "causa" mucho más enigmática y misteriosa que la que quiso eliminar. Si el universo, por las leyes de la gravedad, se crea a sí mismo de la nada, ¿de dónde procede esa gravedad? ¿Qué o quién la origina? ¿No se supone que la gravedad sea un producto de la masa, de un ente físico? Hawking no da ninguna explicación del origen y el por qué de tal gravedad. Entonces ¿quién la origina y la mantiene? ¿Desde cuándo existe o comenzó a existir? Es así que se vuelve a caer en el mismo problema filosófico del que se quería salir y evitar. Es así que Hawking no solamente no pudo eliminar la Causa del origen del universo sino que, con su teoría, traslada dicha Causa desde un ente físico (el universo) a otro ente físico (un estado físico -que NO es la nada- o vacío cósmico o cuántico, muy distinto a lo que es el concepto nada, o, como dicen otros investigadores, generado por fluctuación cuántica; pero aún así, se idee el estado del que ha surgido el universo, ninguno de dichos estados es la nada pues son estados físicos y, por ello, finitos y limitados).

Entonces si antes la dificultad para los naturalistas, materialistas y ateos era cómo probar que el universo no tuvo un creador (por lo menos la teoría de un estado cíclico del big bang les ayudaba en algo) ahora resulta que van a tener que resolver un problema mucho más enigmático y lleno de interrogantes, ¿de dónde surgió dicho estado del que procede el universo? ¿qué o quién creó dicho estado de gravedad o de fluctuación cuántica? Si estamos hablando de un ente físico (gravedad o fluctuación cuántica) NO es posible que sea la nada, pues la nada no existe.

Esta es la trampa en la que Hawking ha caído al tratar de mezclar y confundir conceptos filosóficos con realidades físicas. ¿Quién dio origen a esa gravedad? Volvemos otra vez al problema de averiguar sobre la procedencia de dicha gravedad que supuestamente dio origen al universo. A continuación veremos si algo puede surgir por sí mismo de la nada y responder si la tal gravedad o la fluctuación cuántica es posible que existieran y generaran o crearan de la nada el universo.

* Sobre este tema te puede interesar: la falacia de Hawking

*También este otro:  Stephen Hawking y el Gran Diseño


Ser y no ser / el concepto nada

Navegando por algunas paginas en internet pude observar que hay una enorme confusión sobre qué es la nada. Para algunos es un estado de vacío absoluto. Pero eso no es la nada, pues aunque sea un vacío absoluto, por el hecho de ser un vacío ya es algo.

Lo que debemos tener muy en claro es que, el “no ser” no radica en un lugar llamado nada. Muchos confunden la nada con un lugar o estado de donde van saliendo cosas. Hay científicos (y otros tantos no científicos) que la confunden con algún tipo de vacío. Pero el vacío, sea cual sea sus características, realmente ya es algo con propiedades propias como la dimensión pues ocupa espacio. Por más teorías que se inventen no pueden hacer que lo que no existe se dé él mismo la existencia, por el hecho mismo de no existir. Y como la nada no existe, sino que ésta es un concepto intelectual para definir el no ser, toda experimentación que se realice en la que ciertas partículas o formas de energía dan la impresión de surgir de la nada y volver a ella, hay que tomar en cuenta que tales experimentos por no poderse llevar a cabo en un "lugar" o estado llamado nada (por el simple hecho de que éste no existe), sino en un lugar o estado físico, tal fenómeno no puede atribuirse a un surgimiento de la nada, sino a otras causas físicas. Decir que una partícula surge de la nada, cuando el experimento se lleva a cabo inevitablemente en un estado físico, es un absurdo y un querer manipular los términos como el de vacío confundiéndolo con la nada (término intelectual con el que se define el no ser)


El hecho mismo de “no ser” indica que no existe, luego no puede él mismo darse la existencia puesto que, de hecho, no existe.


De la nada no pueden salir ni sacarse cosas, pues la nada no existe, porque no es un lugar o estado gravitatorio ni de fluctuaciones cuánticas (ya estos estados son algo); la nada es un ser de razón, un concepto puramente intelectual inventado por la inteligencia humana para designar lo que no es, lo que no existe, por lo que la nada no existe en el mundo real y físico.

No se puede decir que la nada está aquí o allá, pues no es un lugar que pueda ser ubicado.

Cuando se dice que Dios crea de la nada, se quiere decir e indicar que Dios da el ser a lo que antes no era, y el existir a lo que antes no existía. Luego no es que Dios saque seres de la nada, pues de la nada, nada se puede sacar, pues ni siquiera ella misma existe ni puede existir.


Si la nada no existe por ser un término inventado por la inteligencia humana para designar el no ser, sería y es infinitamente imposible que lo que no existe se pueda dar él mismo el ser, mucho menos si ese estado (la nada) no existe. Por consiguiente, el paso del no ser al ser requiere de un poder de igual valor: infinito para poder crear. Como veremos a continuación en este mundo físico y temporal no pueden darse infinitos absolutos.


El concepto infinito y eterno

Tanto el estado gravitacional de Hawking con el que pretende dar origen al universo sin necesidad de Dios creador, o de las fluctuaciones cuánticas, no resuelven el problema de una Causa metafisica creadora. Al contrario, lo que han hecho es cambiar o trasladar el problema a uno mucho más complicado y enigmático que el que han pretendido resolver; y si a alguien se le ocurre argumentar que tales estados son infinitos o eternos no es científico, sino filosófico.




Eternidad / infinito

Preguntas de análisis


*¿Puedes explicar qué es eterno? ¿Entiendes el concepto de eterno?


*¿Puedes explicar qué es infinito? ¿Entiendes el concepto de infinito?


*Entre el concepto de eterno e infinito existe una similitud y una diferencia, ¿puedes identificar cuál es? Explica.

Similitud. Tanto la eternidad como lo infinito poseen un elemento negativo, que niega el principio o el final: no poseen inicio, origen y no tienen fin. Para hablar y entender correcta y adecuadamente sobre el concepto eterno y el infinito hay que tener muy en cuenta estos elementos negativos o que niegan. Por ejemplo, cuando algunos dicen que la singularidad del universo antes del Big Bang era la de un estado infinitamente denso, infinitamente caliente e infinitamente curvo, el llamado infinito aquí hay que tomarlo en sentido relativo, no absoluto, pues si el estado del universo hubiese sido infinito en sentido absoluto jamás hubiese podido salir de ese estado, o mejor dicho no hubiese existido. El infinito relativo indica que tal estado es imposible de ser medido, pero limitado.

Es muy importante que se asimile estos conceptos, por eso los voy a estar repitiendo constantemente.

Diferencia. Entre la eternidad y lo infinito existe una gran diferencia. Veamos:



Eternidad: No posee simultáneamente comienzo ni fin (el concepto de “simultáneo” hay que tenerlo muy en cuenta). En él no existe un antes ni un después. No se rige por el tiempo, está fuera del tiempo (atemporal) y abarca "todos" los tiempos (pasado, presente y futuro) a la vez; es un ahora sin pasado ni futuro, pues lo abarca todo en un instante actual. Cuando no existía el tiempo él es. Por ello ninguna criatura por más perfecta que sea lo puede abarcar. Sólo es propio del Ser Absoluto y atemporal: Dios.



Para entender mejor el concepto de eternidad, analicemos las siguientes propiedades de lo que entendemos es el tiempo.



»Tiempo real: el que transcurre objetivamente y es dividido intelectualmente en periodos y secuencias y es medido. Es sumamente importante para entender lo que es realmente el tiempo saber que, todo cuanto es creado tiene duración en el ser; y es esa duración del ente existente que es medida intelectualmente por la inteligencia humana; y esa medida intelectual es la que llamamos tiempo; de aquí que el tiempo no existe, es simplemente una concepción intelectual con la que la inteligencia humana divide la duración.



Cuando es creado el primer ser, ya éste viene o posee inherentemente, o más exactamente inmanentemente la duración. Y es esta duración en el ser creado que la razón humana puede medir y dividir en periodos. Por ser la medida de la duración, el tiempo, como ya dije, no existe, sino como ente de razón con el que el ser humano divide la duración del ser creado; y porque el tiempo no es un ente físico o material (por el hecho de no existir) no puede ser afectado por ninguna fuerza de la naturaleza, sino en el ser que posee en sí mismo la duración. De aquí que, cuando se dice que se ha logrado alteral el tiempo en ciertos experimentos, o que en observaciones astronómica se ha logrado observar ciertas variaciones que indican una alteración en el tiempo, lo que realmente se ha observado es una variación en el comportamiento del ente que dura.

Muchas veces se habla del tiempo como si fuese una fuerza que, aunque intrínseco a la creación, la gobierna y la dirige al estilo y modo de como actúan las cuatro fuerzas de la naturaleza. Por eso se le adjudica al tiempo propiedades físicas como el que es afectado por la gravedad en un agujero negro por ejemplo (incluso que éste se detiene o es curvado por dicha fuerza), o que a la velocidad de la luz también sufre sus efectos, cuando en realidad los efectos de la gravedad y de la velocidad se dan en los objetos o entes que duran y no en algo llamado tiempo pues éste no existe. De aquí que, si el tiempo puede ser afectado por la gravedad y la velocidad, algunos teorizan que, de igual manera puede ser manipulado para realizar viajes tanto al pasado como al futuro. (Sobre esto he comentado ampliamente en un artículo cuyo enlace he colocado más abajo).



»Tiempo relativo: el que es percibido por el sujeto pensante de modo subjetivo. (De aquí es que, según nuestro estado de ánimo o de distracción, podemos sentir subjetivamente que el tiempo "vuela" o es más lento que una tortuga.)

Según la Teoría de la Relatividad, en un viaje a la velocidad de la luz, en los viajeros se detendría tanto sus signos vitales que, aunque viajen décadas o siglos, casi no sentirían, de modo subjetivo, el paso del tiempo real, sino que sentirían o vivirían un tiempo relativo.




»Tiempo relativo de los seres espirituales creados: (Y aquí entramos en una opinión teológica) los ángeles y el alma humana por su condición de criaturas no pueden abarcar de modo absoluto la eternidad, por eso son sempiternos, es decir, que al ser creados fueron revestidos con una naturaleza espiritual e inmortal, por lo que nunca dejarán de existir. Y por no abarcar la eternidad como lo hace Dios (pues es propio de Él el serlo), podemos hablar de un tiempo relativo (inmortalidad) con referencia a la eternidad de Dios y análogo al nuestro por el que, un espíritu ante la visión beatífica de Dios un momento para él puede representar para nosotros cientos o miles de años; y una hora para nosotros puede representar para un alma en el Purgatorio cien años y para un condenado en el infierno mil años.

Para un estudio más profundo y completo sobre lo que es el tiempo, te refiero al siguiente enlace:  ¿Existe el tiempo? ¿es posible el viaje en el tiempo?.

Si aplicamos el concepto eterno a la materia o entes físicos (en este caso ya a la gravedad de Hawking o las fluctuaciones cuánticas de otros investigadores) es imposible que ésta sea eterna, que no tenga principio ni tenga fin simultáneamente. El mismo principio de no comienzo y no fin, le niega su misma existencia.

Ejemplo: La misma distancia en tiempo hay del día de hoy al nacimiento de Cristo que del nacimiento de Cristo al día de hoy.

Este principio histórico-filosófico puede muy bien ser aplicado a la edad de dichos estados físicos debido a su contingencia.

Si subiendo por la escala del tiempo jamás podemos llegar al comienzo de tales estados (de ser adjudicados con existencia eterna), debido a que este comienzo se encuentra en la eternidad (principio sin principio), del mismo modo si se partiera desde la eternidad para aquí, jamás llegaríamos al momento actual, pues la distancia es la misma. Pero, ¿partir desde dónde si ese inicio o comienzo no existe? Aquí nos encontramos ante una paradoja. Luego tratar de adjudicar una existencia eterna a tales estados físicos es tanto como decir que no existe.

Así pues, si hoy estamos aquí es porque subiendo por la escala del tiempo podemos llegar a los orígenes de la materia, por muy lejos que este origen se encuentre en el tiempo.

Luego tales estados sí tuvieron un origen, un comienzo en el tiempo. Luego un Creador. Alguien que les dio el ser; y ese alguien es Dios, quien al no estar sujeto al tiempo ni al espacio, más que habitar en la eternidad él mismo es la Eternidad.


Infinito: Aquello que en absoluto no puede ser medido ya en tiempo (la misma eternidad), en grandeza, sin límites.


En Dios sería de modo absoluto todas sus perfecciones (ejemplo: El amor de Dios es eterno en cuanto a su existencia e infinito en cuanto al ser, que es lo mismo que decir que Dios es el Amor); en las criaturas de modo relativo: muy grande, incontable, un valor que no puede ser medido, pero limitado por el tiempo y el espacio.

*La materia o el universo, ¿es eterno? ¿es infinito?
*El espacio en el que está localizado el universo, ¿es eterno? ¿es infinito?

Para poder llegar a un juicio acertado, veamos el siguiente ejemplo: Se dice que los números son infinitos, luego ¿existe un número en concreto que sea infinito? No. Una cosa es que haya un número infinito y otra, muy distinta y conforme a la realidad, es que los números tiendan a lo infinito; igualmente podemos decir de una recta la cual tiende a lo infinito. Haz el siguiente ejercicio intelectual: piensa en un número infinito, si dices que pensaste en él ya no es infinito, pues el elemento de negación (sin fin) niega la existencia de tal número, pues un número infinito no existe ni puede ser pensado, ni mucho menos por entes finitos y temporales.


Si entendemos que el concepto "infinito" niega la existencia ya de un principio o de un fin, tal negación rechaza la existencia de un ente físico que pretenda poseer tal cualidad. Luego no existe ni puede existir un número en concreto infinito ni una recta infinita ni ningún ente físico que sea infinito.


Por tanto, lo que es medible (en tiempo-duración »sucesos, cambios; y en espacio »longitud »distancia, tamaño) no puede ser eterno ni infinito.

Puesto que no teniendo un comienzo o un final, ese comienzo y ese final o término no existen ni pueden existir. Si no hay comienzo o si no hay final, no existen; y no pueden existir pues todo lo que tienda a lo infinito sin serlo jamás llegará, pues ese final no existe en la realidad corporal; y todo lo que no tenga inicio o comienzo no puede existir hoy, pues ese comienzo o inicio enmarcado en el no origen no existe; luego los seres contingentes a los que se les pretenda adjudicar un origen eterno e infinito, la razón y el sentido común nos señala que hoy no pueden existir.


Es por eso que la Teoría de la Relatividad de Einstein le otorga, junto con la materia y la energía, un punto de inicio al tiempo-duración y unos límites al espacio el cual se expande junto con el universo.

De aquí que, la teoría de Hawking no solamente no elimina la necesidad de un Creador y Causa, sino que lo mueve más atrás, hacia otro ente físico como la gravedad.




La ciencia proveedora de argumentos racionales para acceder a realidades físicas y metafísicas

Del mismo modo en ciencias se da infinidad de situaciones donde el conocimiento sólo es posible por vía de raciocinio que, gracias a argumentos, se puede acceder también a su realidad existencial. Es así que, por ejemplo, teorías como la Relatividad, la Evolución, el Big Bang, Cuántica..., son teorías que son formuladas, con cierto grado de seguridad y también de incertidumbre (según la cantidad y confiabilidad de los argumentos), pero que, por ese grado de incertidumbre no pueden ser elevadas al grado de verdades científicas, pues aún se siguen debatiendo sobre ellas.

Es así que, del mismo modo y gracias a la filosofía podemos acceder, por vía de razón y utilizando tanto las verdades como las teorías científicas apoyadas en argumentos, que la fe es posible y no tiene porqué ser adjudicada a la fantasía ni a cuentos de hadas como prejuiciosa y machaconamente quieren hacer ver los no creyentes.

Estos principios como parte de un conocimiento racional nos indica que, no es posible afirmar, con un cien por ciento de certeza, la existencia o inexistencia de un Creador. Es así que, ambas posturas, por ser de conocimiento racional, se ven obligadas a mantener un margen de veracidad e incertidumbre según el grado de confiabilidad y veracidad de los argumentos presentados por ambas partes.

a. Es así que, un teísta que diga: "la ciencia ha evidenciado que Dios existe" o "existe evidencia científica de la existencia de Dios", dicha afirmación es incorrecta porque las verdades de la fe, como la existencia de Dios, no forman parte del campo de estudio de la ciencia; aunque esto no impide que científicos se dediquen a investigar eventos considerados milagrosos con el fin de demostrar si tal evento tiene explicación natural o no (es decir, que tal evento es científicamente inexplicable). Tanto es así que, un científico creyente en tal caso, como científico lo más que podrá decir es que, tal evento es inexplicable por la ciencia, pero como creyente podrá decir que hay un alto grado de probabilidad de ser por intervención divina. Solamente su fe le dará un cien por ciento de certeza.

Nota. Una cosa son los argumentos científico-filosóficos para apoyar y fundamental la fe en las realidades metafísicas (como la existencia de Dios creador, el alma humana o la vida espiritual) que de suyo no pueden ser conocidos directamente por el método científico, y otra cosa muy distinta son las manifestaciones de origen divino (como los verdaderos milagros) que, por ser eventos que se dan en el mundo físico, sí pueden ser estudiados por la ciencia para corroborar si son de origen natural o no (que es lo único que la ciencia puede evidenciar; una declaración de origen sobrenatural lo determinará la Iglesia luego de un largo y extenso estudio según los datos suministrados). Como ejemplo dejo los siguientes enlaces:

*Los 7 criterios científicos de una curación milagrosa

*¿Qué son los milagros?

*La Sábana Santa y el Manto de la Virgen de Guadalupe. Estudios científicos ¿evidencias científicas de la Verdad Divina?


Entonces ¿no se puede utilizar la ciencia para demostrar que Dios existe? Una cosa es el método científico (propio para el estudio y conocimiento de los entes físicos) y otra cosa son las verdades y las formulaciones de teorías científicas y antropológicas que pueden ser utilizadas como argumentos racionales (al ser interpretadas desde la filosofía) para poder acceder a una realidad existencial que, por alguna razón extrínseca o intrínseca a ella, no es posible un conocimiento directo (ya sea por estar fuera del alcance de la observación, o porque pertenece al orden metafísico o al sobrenatural). Y así, un teísta puede decir y afirmar que existen argumentos racionales que indican con un alto grado de probabilidades, muy por encima de los argumentos en contra, la realidad existencial de un Creador.

b. Es así que, un no creyente que diga: "la ciencia ha evidenciado que Dios no existe" o "existe evidencia científica de la inexistencia de Dios", dicha afirmación es incorrecta por la razón arriba indicado de que, las verdades de fe no forman parte del campo de estudio de la ciencia. Lo más que un no creyente puede decir y afirmar es que, existen argumentos racionales que indican con un alto grado de probabilidades, muy por encima de los argumentos en contra, la no existencia de un Creador.

Aunque por vía de argumentos racionales (científicos, históricos, antropológicos...) podemos llegar a un alto grado de certeza, sólo por fe es que adquirimos el cien por ciento de certeza de Dios y su obra (natural y sobrenatural en orden a la salvación en Jesucristo por medio de su Iglesia, fundamento y base de la verdad).

Así pues, lo que vamos a investigar es cuáles argumentos tienen más peso y ofrecen mayor seguridad y confiabilidad para sostener, con mayor certeza, la postura teísta (que cree en un Dios personal que libremente ha creado todo cuanto existe y, con amoroso cuidado, vela por el bien de ella y actúa en ella) o la no creencia (que niega cualquier intervención divina incluso su existencia).

¿Qué actitud debe asumir el teísta, en este caso el cristiano católico, en este tipo de investigación? Lo primero, recordar y estar bien consciente de que nuestra fe no debe ni puede basarse en argumentos de índole racional, pues la naturaleza misma de lo que es la fe (en este caso la fe sobrenatural, es decir, que viene de Dios) no necesita de tales argumentos racionales para afirmar con certeza lo que cree y vive. El creyente que confía en Dios está seguro y cierto, con plena certeza, de las realidades sobrenarurales.¿Entonces? Entonces el creyente puede valerse de tales argumentos para demostrar y hecer ver, ante las objeciones, acusaciones y ataques de no creyentes que la fe también puede ser racional y objetiva, es decir, que no se opone a la ciencia y mucho menos es fruto de la ignorancia, la fantasía ni de ninguna forma de invención humana. También para ayudar a quienes necesiten una ayuda intelectualmente racional en esta línea de conocimiento que les sirva de apoyo en lo que su fe va madurando, es decir, que les ayude a superar las dudas e inquietudes provocado por los ataques a la fe.

El no creyente dirá y asegurará que no necesita de fe para estar seguro de las cosas. Esto es un terrible error y engaño, pues todo conocimiento humano, por su misma naturaleza, para asumirlos con absoluta certeza debe ser verificado de modo experimental, es decir, por un experimento de laboratorio o por experiencia personal; como esto es absolutamente imposible que se realice o se dé en todos los casos, es absolutamente indispensable el por lo menos un acto de fe humano. Es así que, las teorías utilizadas por los no creyentes como argumentos contra Dios, al no poder ser verificadas en el laboratorio, deben creerse por fe humana.

Ahora pasemos a los diversos argumentos teístas (científico-filosófico) y de los no creyentes (científico-¡¡¡¿¿¿???!!!) para luego, teniendo elementos de juicio suficiente, establecer cuál postura posee los argumentos más convincentes que apoyen y refuercen su posición.


Ver continuación: Introducción / argumentos racionales a favor de la existencia de Dios

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