LA CIENCIA, VEHÍCULO DEL CONOCIMIENTO HUMANO

La ciencia, un oasis de conocimiento del mundo natural mediante el cual se revela la grandeza y bondad de su Creador.

GALILEO Y LA IGLESIA. LA VERDAD DETRÁS DE UN JUICIO

Por Gerardo Cartagena Crespo



El caso Galileo Galilei es uno de los más explotado, sacado de su contexto histórico y muy bien manipulado por los enemigos de la Iglesia para desacreditarla.

Se ha creado todo un montaje de este caso con el que los enemigos de la Iglesia pretenden acusarla de ser enemiga de la ciencia, cuando la realidad es que ella ha sido la que mejor ha constribuído al desarrollo de la misma en Occidente. Para ampliar esta información accede a "aportaciones de la Iglesia Católica al desarrollo científico", enlace a pie de página.


I. Una encuesta

Antes de analizar a profundidad y en su justo lugar histórico el juicio contra Galileo Galilei, veamos la siguiente encuesta realizada por el Consejo de Europa entre los estudiantes de ciencia de todos los países de la Comunidad.

1. Un 97% de los encuestados están convencidos de que Galileo fue sometido a torturas.

2. El 30% está convencido que Galileo fue quemado vivo en la hoguera por la Iglesia.

Antes de dar respuesta a esta encuesta, quiero hacer una. Espero seas sincero.

Primera Parte:
*¿Alguna vez has escuchado de este caso?: Sí__ No__.
*¿Tienes alguna idea de qué trata el caso Galileo? Sí__ No__.
*¿Crees que el juicio contra Galileo fue justo___, injusto___, no sé___?
*Cuál es tu opinión del caso. Comenta.
____________________________________________________________________________________________________________________________________.

Segunda parte
Antes de que pases al área de respuestas, contesta las siguientes afirmaciones. Y, por favor, sé sincero. Si no la sabes, déjala en blanco.

a) Galileo fue sometido a torturas: Sí__ No__.
b) Galileo fue quemado vivo en la hoguera: Sí__ No__.
c) Galileo estuvo encerrado en un calabozo o cárcel mientras duró el juicio: Sí__ No__.
d) Galileo, después de la condena, pronunció la famosa frase: "Eppur, si mueve" «Sin embargo, sí se mueve»: Sí__ No__.
e) Cuando Galileo comenzó a hacer sus observaciones celestes ante el público y para el público, encontró resistencia y rechazo en el clero, o sea, en la jerarquía de la Iglesia: Sí__ No__.
f) Galileo fue el inventor del telescopio: Sí__ No__.
g) El sistema geocéntrico fue dogma de fe en la Iglesia Católica: Sí__ No__
Geocentrismo: la Tierra está estática en el centro del universo mientras los demás cuerpos celestes dan vuelta al rededor de ella. (Ésta fue la “opinión doctrinal” aceptada por muchos miembros de la Iglesia según se interpretaba literalmente de la Escritura-- ver Josué 10, 12-14--.)
h) La Iglesia aceptaba el sistema heliocéntrico como hipótesis: Sí__ No__.
Heliocentrismo: el Sol es el que está inmóvil, en el centro del universo, mientras la Tierra rota sobre sí misma y le da la vuelta al Sol (ésta fue la teoría que propagaba y defendía Galileo).
i) Galileo pudo demostrar, con pruebas y evidencias concluyentes y fuera de toda duda razonable la verdad del heliocentrismo: Sí__No__.
j) Copernico, casi cien años antes, por creer en el sistema heliocéntrico también fue condenado por la Iglesia: Sí__ No__.
k) ¿Por qué fue condenado el libro de Copérnico De Revolutionibus? ____________________________.
l) Nicolás Copérnico atrasó la publicación de su libro (De Revolutionibus) para evitar problemas con la Iglesia: Sí__ No__.

Acceder a respuestas AQUÍ



II. La provocación




¿Qué evento o suceso provocó el que Galileo Galilei fuera juzgado y condenado por la Iglesia?

Respuesta: _______________________________________.

Antes de que continúes con la lectura, te pido de favor que contestes la pregunta.

--"El haber enseñado y defendido que es la Tierra y no el Sol la que se mueve y se traslada al rededor de éste."--

Si esta es tu respuesta, u otra parecida, te respondo que estás equivocado. Me explico. Si yo hubiese preguntado en qué consistió y por lo cuál fue juzgado y condenado Galileo, esa respuesta sería la correcta.

Pero no. El proceso contra Galileo no fue principalmente porque él propagara y defendiera el sistema heliocéntrico, sino por otras razones que vamos a ver y analizar a continuación.

Primeramente, una razón por la que podemos saber que el sistema heliocéntrico no fue la principal razón es que Copérnico, casi cien años antes, enseñó y publicó un libro donde decía lo mismo, y la Iglesia no se metió con él ni lo condenó. El libro, De Revolutionibus, publicado en 1543 y dedicado al Papa Pablo III, era bien conocido y leído por la jerarquía de la Iglesia. 

Segundo, la otra razón por la que sabemos que el sistema heliocéntrico no fue la principal razón es que años antes del juicio de 1633 todos los clérigos, incluido el papa, sabían de las ideas heliocéntricas de Galileo y no hubo serios problemas con él (con la excepción de 1616 en la que salio libre gracias a la intervención de los jesuitas). Incluso fueron los jesuitas sus mejores defensores.

Entonces ¿qué fue lo que pasó y provocó que a Galileo se le juzgó y se le condenó por enseñar y propagar la idea heliocéntrica? Para que entendamos qué fue lo que provocó el juicio contra Galileo, veamos lo siguiente.

Si un científico o grupo de científicos, a base de pruebas y evidencias, desarrollan la idea de que el Sistema Solar se formó de X forma, o la vida en la Tierra se originó de Y manera, y quieren hacer público dicho hallazgo o descubrimiento, ¿cómo éstas tienen que ser presentada ante la Comunidad Científica u organismo pertinente?

a. Como una hipótesis de trabajo __.
b. Como una verdad científica __.
Respuesta: ---Como hipótesis de trabajo---.

Pero supongamos que en vez de presentarlas como hipótesis, se empeñasen en presentarlas como una verdad científica e incuestionablemente ciertas, ¿cuál sería la reacción de la Comunidad Científica ante tal actitud y atrevimiento?

Respuesta: ---De rechazo y se expondrían al descrédito ante la Comunidad.

Y si no hay un juicio en su contra puesto que la Comunidad Científica no tiene control sobre el poder judicial de un Estado o País, sí pueden valerse de los medios de comunicación que tengan a mano.

Para que tengas una idea, veamos el siguiente caso.

Recientemente ha sido expuesta una hipótesis que indica que los primeros seres humanos en establecerse en América fueron europeos, no asiáticos como siempre se había creído. «La supuesta existencia de estos prematuros colonos paleolíticos, lo que hoy se denomina “hipótesis solutrense”, comenzó siendo una especie de herejía. Cuando Stanford la propuso, la mayoría de sus colegas la rechazaron inmediatamente. Algunos incluso le advirtieron que estaba tirando por la borda su carrera. “era un sacrilegio mencionar siquiera esa posibilidad”, recuerda Stanford. Y es que, en esencia, tal postura pone en dudas la identidad de buena parte de los nativos norteamericanos, quienes creen firmemente en sus orígenes asiáticos, y para los que resulta inverosímil llevar en sus venas tan remota traza de sangre europea. El asunto ha suscitado, pues, un acalorado debate». (Revista “Muy Interesante”. Mes de octubre 2012).

Algo parecido sucedió con Galileo Galilei. Veamos. Después de los hallazgos astronómicos de 1609 (en el que descubre las lunas de Júpiter), y gracias al uso continuo que le dio al telescopio entre las autoridades, Galileo Galilei fue adquiriendo fama y prestigio ante la comunidad universitaria, eclesiástica y civil.

Cuando Galileo se sintió confiado y seguro de la veracidad que ofrecían sus hallazgos, comienza a difundir, como verdad objetiva y demostrada, que la Tierra giraba sobre sí misma y alrededor del Sol.

Muchos eclesiásticos no hallaban inconveniente alguno en ello, siempre y cuando se presentase dichas ideas como hipótesis. Si el geocentrismo hubiese sido, como he leído en revistas y libros de divulgación científica, una verdad de fe en la Iglesia, desde los inicios en que Galileo hubiese comenzado la propagación de sus ideas se le hubiese investigado inmediatamente y juzgado; y el libro de Copernico hubiese sido condenado y prohibido desde sus comienzos.

Si esto no sucedió es porque el geocentrismo nunca fue dogma de fe en la Iglesia, sino una opinión teológica y, según conocimientos de la época, valido y razonable el creer en ello. No podemos juzgar una época con la mentalidad actual, pues se comete muchas injusticias al juzgar dichas épocas, como de hecho ha sucedido.

NOTA. Los dogmas de fe se refiere a la Divina Revelación, lo que Dios se ha dignado revelar y que está contenido en la Sagrada Escritura y la Tradición Apostólica para nuestra salvación en Jesucristo. Por consiguiente la Iglesia jamás ha proclamado dogma de fe cosas que tengan que ver con conocimiento puramente humano, como el conocimiento científico e incluso histórico.

Así, la Iglesia le solicitó a Galileo que presentara sus ideas como hipótesis de trabajo, pero Galileo rechazó dicha recomendación, y se dedicó con mayor empeño y arrogancia en promoverla como una verdad demostrada.

"Justamente cuando Galileo más podía haber contribuido a llevar la física a una madurez copernicana, puso sus esfuerzos, en cambio, en una quijotesca campaña para convertir la iglesia católica romana a la cosmología copernicana.

La política no era su fuerte, y pronto exigió, como cualquier adepto fanfarrón de una idea, que se aceptase el copernicanismo
por la sencilla razón de que él decía que era correcto.

El viejo antiaristotélico pedía ahora que se le considerase como el nuevo Aristóteles, sosteniendo que ahora era aceptable ignorar los planetas para entronizar el decreto de un libro, siempre que fuese un libro suyo" (Timothy Ferris "La Aventura del Universo").

Su terquedad y sus palabras ofensivas e hirientes contra sus oponentes, algunos de ellos eclesiásticos, no tardaron en dar sus fruto.

Para 1616 se inicia un primer proceso contra Galileo en el cual sus enemigos lo acusan de enseñar cosas contrarias a las Sagradas Escrituras. Los jesuitas, sus amigos, lo ayudan a salir del aprieto, pero Galileo, aunque se tranquiliza un tiempo, no se inmuta y continúa el ataque en defensa de su posición.

Debido a este juicio de 1616 es condenado el sistema heliocéntrico de Copérnico y su libro pasa al Index de libros prohibidos.

En cierta forma Galileo se siente traicionado por los jesuitas quines lo hacen pasar como que había adjurado de sus ideas heliocéntricas.

A continuación transcribiré lo que dice Claude Allègre (no católico) en su libro "Dios frente a la ciencia": "Como algunos pretenden que ha adjurado, pide a Belarmino (Cardenal de la orden de los jesuitas) una carta que asegure que no es así, y la obtiene. Pero en el fondo, sigue humillado. Y el episodio, muy grave, no le ha enseñado nada… no ha perdido nada de su altanería, de su suficiencia, de sus pretensiones a la hegemonía científica, especialmente en el dominio astronómico.

En síntesis, espera la hora de la revancha preparándose para atacar, y en primer lugar a sus traidores: sus "ex amigos", los jesuitas.

Lanza el ataque contra los jesuitas del Colegio Romano en ocasión de lo que se llamará el caso de los cometas, que no agregará nada a la gloria de Galileo.

Recordaremos que, después de él, los jesuitas del Colegio Romano habían construido un anteojo con el cual observan el cielo y sus bellezas.

Ahora bien, en 1618, tres cometas surcan el cielo. Los jesuitas describen cuidadosamente el acontecimiento, ayudados por observaciones muy precisas, utilizables todavía hoy.

Galileo, furioso de que se le haya escapado ese descubrimiento espectacular, atado a la cama enfermo, publica un panfleto en el cual cuestiona las descripciones astronómicas de los jesuitas, llegando a negar la existencia misma de los cometas observados.

Como este episodio sigue a otros en los que Galileo se había atribuido observaciones hechas sobre Venus, luego sobre las manchas solares, siendo que la precedencia correspondía al Colegio Romano y que, como de costumbre, da pruebas de una increíble arrogancia, mezclando los ataques ad hominem a los argumentos "científicos", los astrónomos jesuitas, cansados a su vez, responden ásperamente por medio del jesuita Grassi…”

Así, las luchas y contiendas van en aumento.

Para 1623 es nombrado Papa un gran admirador de Galileo, Maffeo Barberini quien toma el nombre de Urbano VIII.

Para 1624, el Papa invita a Galileo a Roma a quien "recibe seis veces en audiencia privada.

En su lucha contra los protestantes quiere tener a la ciencia de su lado, y para ello está dispuesto a hacer concesiones.

Así, respecto del heliocentrismo, Urbano VIII se muestra mucho más liberal que sus predecesores (en 1616 ya había defendido a Copérnico y obtenido un decreto autorizando la discusión de la hipótesis).

Encarga a Galileo una obra que éste publicará en 1629, titulada Diálogo. Esta obra es la que causará su ruina.

El libro se presenta como un intercambio entre tres amigos durante cuatro días…

Si bien el contenido científico no es cuestionable, en cambio, es lamentable: no se demuestra nada; todo se afirma sin pruebas o casi sin ellas, incluso cuando se trata de ideas falsas como la teoría de las mareas (a la cual no ha renunciado).

Reivindica la precedencia de todos los descubrimientos astronómicos realizados con el anteojo, lo cual es abusivo.

El tono es agresivo, desdeñoso, sarcástico, hasta insultante para el papa Urbano VIII, a quien ridiculiza poniendo su doctrina del compromiso en boca de Simplicio, el personaje tonto.

Y, por supuesto, contrariamente a las recomendaciones del papa, adopta un tono perentorio y definitivo sobre el heliocentrismo.

Afirma que el heliocentrismo es un hecho demostrado, una verdad incuestionable.

En una palabra, procede a la inversa de lo que le había recomendado el Papa, su amigo.

Urbano reacciona violentamente: ya no soporta las provocaciones públicas de Galileo y lanza tras él a la inquisición...”

Lo demás ya es historia. Tres de los diez jueces no lo condenan, y el Papa no firma la condena.

Conclusión.
Si Galileo hubiese hecho lo que los científicos de hoy día hacen, presentar sus ideas como hipótesis de trabajo tal y como la Iglesia se lo requería, se hubiese evitado dicho juicio y la subsiguiente condena, y el heliocentrismo no hubiese sufrido ningún percance y se hubiese propagado sin ninguna dificultad incluso dentro del ambiente eclesial (en el cual, aun después de la condena, continuó hallando muchos adeptos).

Ante toda esta evidencia histórica (y que puedes hallar en cualquier libro serio -no prejuiciado- y en la Internet), te invito a que reflexiones y saques tus propias conclusiones.

*** *** ***
Del cardenal Ratzinger (Papa Benedicto XVI) se cuenta la siguiente anecdota, la cual aparece en el libro "Leyendas Negras de la Iglesia" del periodista italiano Vittorio Messori: "Una periodista alemana, de una firma famosa de un periódico laicista, le pidió una entrevista sobre el nuevo examen del caso Galileo. Naturalmente, el cardenal esperaba escuchar las jeremiadas de siempre sobre el oscurantismo y el dogmatismo católico. Pero fue al revés: aquella periodista quería saber por qué la Iglesia no había frenado a Galileo, no le había impedido proseguir con un trabajo que está en los orígenes del terrorismo científico, del autoritarismo de los nuevos inquisidores: los tecnólogos, los expertos... Ratzinger explicaba que no se había sorprendido demasiado: simplemente, aquella redactora era una persona informada, que había pasado del culto «moderno» a la Ciencia a la conciencia «posmoderna» de que el científico no puede ser sinónimo de sacerdote de una nueva fe totalitaria.”

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