Hemos visto cómo el pensamiento filosófico, basado en las verdades científicas y las teorías más o menos ciertas, apoya y defiende de modo racional la fe del creyente en Dios creador. Ahora veamos si las verdades y las teorías más o menos ciertas de la ciencia sostienen, de modo racional, la fe del ateo o la del creyente teísta.
Los ateos apoyan sus posturas y creencias en los postulados y evidencias científicas, pero más que en teorías e hipótesis, en suposiciones y opiniones, puesto que carecen de toda prueba y evidencia que pueda respaldar sus ideas.
La ciencia hoy en día ha avanzado lo suficiente como para sostener una de dos posturas: creacionismo no literal o naturalismo.
a. El origen del universo
La ciencia moderna ha evidenciado que el universo tiene un origen que puede remontarse hasta unos 14 mil millones de años de antigüedad. Luego existe evidencia de que tuvo un principio. Un origen. Que no es eterno.
1) La teoría del Big Bang o Expansión del universo
A principios del siglo XX, con la teoría de la relatividad general, se establecía que el universo estaba en expansión.
A Einstein le costó aceptar esta conclusión puesto que no había ninguna prueba de observación que lo corroborase, así que le añadió lo que él llamó «la constante cosmológica» con la que pretendía corregir el supuesto error, acción que tampoco le gustó para nada.
Luego, más tarde, gracias a la intervención de Friedman, quien corrigió el error, «la relatividad general se liberó de sus cadenas y el universo relativista, para regocijo de Einstein, adquirió alas». («La Aventura del Universo» Timothy Ferris).
En 1917, el mismo año en que Einstein introduce la «constante cosmológica» a su teoría, el astrónomo norteamericano Vesto Slipher da a conocer que el universo se está expandiendo.
Para finales de la década de 1920 el astrónomo Edwin Hubble descubre, de acuerdo a sus observaciones, que las galaxias están alejándose unas de otras.
Ante estas teorías y evidencias científicas, para 1930, los cosmólogos teóricos más eminentes intentaron desarrollar una teoría que explicara estos hallazgos, pero sin éxito. (El problema que tenían ante sí era, cómo encajar estás nuevas teorías y observaciones con la teoría de un universo estacionario y eterno, que era la aceptada en ese entonces).
Tres años antes, para 1927, un desconocido sacerdote católico belga Georges Lemaître (ni Hubble ni Gamow a quienes se les acreditan falsamente la teoría del Big Bang), escribió un artículo donde desarrollaba una superestructura matemática que vinculaba los corrimientos al rojo observados por Hubble (de las galaxias que se alejaban), la teoría de Vesto Slipher de un universo en expansión con el universo en expansión de la relatividad general de Einstein. Así, el Padre Lemaître daba a conocer lo que luego sería conocido como el Big Bang o Gran Explosión que dio origen al universo hoy existente.
a) Teorías alternativas
Muchos científicos no estaban de acuerdo con dicha teoría por las implicaciones filosóficas que de ello se derivaban. A saber: que el universo tuvo un origen, un comienzo, por lo tanto, un Creador.
El aceptar dicha teoría implicaba rechazar la teoría entonces en boga de un universo estacionario, la cual se ajustaba a la perfección con las ideas ateas y materialistas de la época. Con un universo estacionario era relativamente fácil demostrar su eternidad, por consiguiente, no era necesario un creador. (Este, como podemos observar, más que un problema científico, era un problema filosófico).
Pero ante las montañas de evidencias a favor de la Teoría del Big Bang, ésta se fue imponiendo rápidamente en todos los ambientes astronómicos y científicos.
Muchos científicos, para evitar la idea de creación que de dicha teoría se infería y se estaba propagando, desarrollan otras teorías sustitutas (que en realidad son opiniones científicas, puesto que carecen de pruebas y evidencias que las sostengan) para poder esquivar y evitar la verdad y realidad del Big Bang.
a) 1. La teoría del universo cíclico
Esta teoría postula o enseña y defiende que el universo existe desde siempre, el cual ha pasado por una serie infinita de expansión y contracción.
Es decir, ha habido una serie infinita de explosiones o big bang seguida de una contracción. Proceso que durará eternamente.
Esta postura u opinión implica un problema filosófico del que hemos ya hablado y explicado: la imposibilidad absoluta de la eternidad de la meteria.
También implica un problema científico como veremos luego. Además, con los nuevos hallazgos y descubrimientos que se están haciendo en el campo de la cosmología, la teoría (si es que aún se puede considerar una teoría) ya no posee fuerza en sus argumentos.
Para los ateos (e incluso para muchos que admiten creer en Dios) les resulta difícil e impensable aceptar que Dios sea eterno, que exista un ser consciente de sí mismo que nunca ha tenido principio; pero qué fácil se les hace admitir que la materia muerta es eterna, que nunca tuvo principio. Tal proceder es ilógico pues el aceptar la idea de uno debería ser argumento para aceptar la idea del otro: a. Si no es posible aceptar la eternidad de Dios, también debería ser imposible aceptar la eternidad de la materia; b. si es posible aceptar la eternidad de la materia, debería ser posible aceptar la eternidad de Dios. Y con mucha más razón cuando en Dios la eternidad es su ser y existir, su hoy y ahora, fuera del tiempo y el espacio; mientras que la materia es regida por los cambios, movimientos y transformaciones, lo que implicaría, de existir desde siempre, un origen sin origen en el tiempo, luego la no existencia.
Haz el siguiente ejercicio: piensa en un ente inanimado que exista desde la eternidad, o más exactamente el término a utilizar es desde siempre (que no tuvo principio) y verás que puede ser fácil concebir que tal ser exista (la eternidad de la materia, por ejemplo, tal y como la postulan muchos ateos); luego concibe un ente inteligente y consciente de sí mismo que exista desde siempre, verás lo difícil o imposible que es concebir la existencia de tal ser. La dificultad radica en la conciencia o inconciencia del tal ente, pues al ser nosotros seres conscientes de sí y temporales, por lo que no podemos ver más allá de cierto tiempo por el que comenzamos a existir, y nuestra incapacidad de penetrar a las profundidades de un tiempo cuyo origen va a lo infinito, de igual manera no podemos concebir un ser que sea consciente desde siempre, o que sea eterno.
Ahora bien, a ese ente inanimado y que se te hace fácil entender y poder creer que puede existir desde siempre, dale inteligencia y conciencia de sí, ya verás lo que pasa.
De igual manera debería ser fácil el admitir y creer que exista un Ser fuera de esta dimensión temporal de cuya existencia sea eterna, aunque no sea fácil entenderla por nuestra propia limitación. De igual manera ayudará a entender la eternidad de Dios es el hecho de que en la eternidad las sucesiones no existen, es un ahora eterno, sin antes ni después.
a) 2. La teoría de universos múltiples
Esta postura u opinión (pues carece de toda prueba o evidencia científica para poder ser demostrada) enseña y defiende la existencia de otros universos al lado del que habitamos, más allá del campo visible del nuestro. Estos universos se agruparían en otros cúmulos de universos, de la misma forma como están agrupadas las galaxias en cúmulos y supercúmulos.
a) 3. La teoría de universos paralelos
Esta postura u opinión (ya mucho más fantasiosa que las anteriores) enseña y defiende la existencia de universos paralelos, es decir, en nuestro propio espacio, pero en otras dimensiones.
Para que nos demos cuenta de la falacia y lo engañosa que pueden ser estas teorías, voy a desarrollar mi propia teoría basado en la teoría de los universos paralelos.
“Los dragones, centauros, unicornios y demás animales legendarios son en realidad manifestaciones intelectuales de seres reales que existen en otro u otros universos paralelos, y que al encontrarnos en el mismo plano espacial de alguna forma u otra hay o existe algún tipo de comunicación o conexión, que hace posible que se manifiesten en la mente de las personas. Cuando la tecnología se desarrolle lo suficiente es muy posible que se pueda abrir un puente o túnel entre una dimensión a otra.
La existencia de los “super hombres” se daría de la misma manera.”
Y así, los seres humanos son capaces de inventar cualquier cosa con tal de evitar su responsabilidad ante la realidad y verdad del Creador: Dios.
Pero si estas excusas de los no creyentes les resulta tan fácil de creer, he de suponer que también son "tan inteligentes y tan inteligentes" que son capaces de creerce cualquier cosa por más absurda que sea. Y es que al parecer estas teorías con las que se pretende explicar o sustituir la Teoría del Big Bang, al parecer no han convencido a muchos "intelectuales" y, por ello, han construido otras mucho más fantaciosas y absurdas con las que poder arrancar de su mente y corazón cualquier idea o recuerdo de Dios, como el de aquellos que creen y defienden que el universo no es real, sino un producto de la imaginación pues, según ellos, no hay manera de conocerlo ¡¿?!; o de aquellos otros "superdotados", "científicos" e "intelectuales" de última generación que aseguran que nuestro universo no solamente no es real, sino que es y somos una simulación de computadora creada por una inteligencia extremadamente evolucionada.
Ni pensar que son estos los que acusan a los creyentes de ser los promotores de ignorancia, oscurantismo, supersticiosos, retrógradas, gente fuera de la realidad y enemigos de la humanidad y del progreso... Si este es el progreso que estos intelectuales nos presentan como la solución a la idea de Dios, prefiero seguir siendo un creyente, según ellos, "retrograda" y "fuera de la realidad". Claro, fuera de la realidad de ellos.
Qué fácil se les hace a muchos admitir y creer en la existencia de otras dimensiones paralelas a la nuestra (aunque no existan pruebas científicas de ninguna clase para apoyar tales creencias o actos de fe), y qué difícil se les hace el admitir una dimensión espiritual, infinita y eterna (Dios) que ha dado existencia a esta dimensión física en la que existimos. Por lo menos de esta dimensión espiritual podemos hallar innumerables argumentos convergentes y convincentes de su existencia, pues hemos de creer que si Dios existe (y de hecho existe) se ha revelado y dado a conocer de modo remoto (por la creación) y de modo próximo (por la Divina Revelación). Por lo tanto, la razón por la creación nos puede llevar a la existencia de Dios, como la experiencia de fe por la Divina Revelación nos ilumina con plena seguridad de que Él es real.
*Te puede interesar: La pesadilla del Big Bang
a) 4. Conclusión
Estas son las opiniones que ciertos hombres de ciencia teórica proponen (siendo legiones los "profanos" e incautos quienes les siguen) como alternativas ante el aplastante cúmulo de pruebas y evidencias científicas a favor de la teoría del Big Bang. Y con ello pretenden tranquilizar su conciencia ante el serio problema, que representa para ellos llamado Dios. El problema de estas teorias es que no hay manera de demostrarlas como realidades existentes y objetivas.
Ahora bien, el mero hecho de que existan universos paralelos al nuestro, o una enorme cantidad de universos burbujas más allá de nuestro campo de visión, para nada indica que Dios no exista, todo lo contrario, ello es argumento aplastante de la existencia de Dios y que él es Todopoderoso y Eterno en su ser y obrar.
*Para quien desee ampliar información sobre la Teoría del Big Ban, Vídeo: Lo que un sacerdote católico aportó a la ciencia de la astronomía de inicios del siglo XX que cambió la visión del universo para siempre:
Ahora bien, ¿que nos indica o señala la teoría del Big Bang? Esta teoría, bien entendida, nos lleva a considerar lo siguiente.
Como conclusión a todas estas evidencias que nos señalan que si el universo, si la materia hoy existente tuvo un principio, un origen, podemos llegar a la feliz conclusión de que su origen debió haber sido provocado por alguien. Alguien cuyo poder es infinito para poder crear de la nada y que a la vez sea eterno en su ser y existir. A ese alguien los cristianos llamamos Dios.
c. El final del universo
Si el universo tuvo un principio, también ha de tener un fin, pues éste no es eterno.
La ciencia de finales del siglo XX y principios del siglo XXI está evidenciando que el universo algún día tendrá que acabarse. Llegará a su fin.
Y si ha de llegar a su fin es porque tuvo un principio, un origen, una Causa que le dio el ser y el existir.
1) Universo cerrado o abierto
Desde mediados del siglo XX hasta la década de los 90, los científicos se dieron a la tarea de averiguar si el proceso de expansión del universo algún día se detendría iniciándose así el proceso de contracción (universo cerrado), o si éste continuaría expandiéndose para siempre hasta su total desaparición (universo abierto). De ello depende la cantidad de materia existente en el universo.
Se hicieron grandes hallazgos al descubrirse la existencia de lo que sería llamado la "materia obscura", o sea, aquella materia que no puede ser observada directamente por la visión, pero que gracias a los instrumentos de medición y cálculos realizados se sabe que está ahí.
a) Universo cerrado. (Postulado y defendido por la teoría del universo cíclico).
Si la cantidad de materia en el universo es suficiente para generar una fuerza gravitacional lo suficientemente grande para frenar la expansión y provocar la contracción del universo, tenemos un universo cerrado. Esta teoría fue la esperanza para los defensores del universo cíclico. De ello dependía el poder defender la teoría de un universo eterno, por lo tanto, un universo no creado, por consiguiente, un universo que no necesitó de un creador para poder existir.
Si la cantidad de materia en el universo está por debajo de la masa crítica necesaria para producir dicho freno, estaríamos entonces ante un...
b) Universo abierto
Al parecer, según los datos que he leído, mientras unos admiten la falta de materia para producir dicho freno, otros defienden que hay suficiente materia obscura para frenar dicha expansión. Ahora bien, el problema quedó prácticamente resuelto al descubrirse y evidenciarse, para finales de la década de 1990 que, no solamente las galaxias se están alejando, sino que su velocidad de escape está en aumento.
Esto crea una incertidumbre, puesto que al estar aumentando la velocidad de escape se ha supuesto, en teoría, que pudiera rebasar la velocidad de la luz. Teoría que va en contra de la Teoría de la Relatividad de Einstein.
Hasta este momento y según la evidencia encontrada se cree existe lo que se ha llamado la "Energía Obscura". Energía que está provocando dicho efecto en el proceso de expansión del universo.
Según los cálculos, de continuar el ritmo de aceleración actual del universo, se cree que el final del universo será más dramático de lo que se esperaba. La materia se irá disolviendo y desacoplando en moléculas, éstas en átomos, luego en partículas. Claro, un proceso que tomará cientos de miles de millones de años y quizás más.
Lo cierto es que el universo algún día llegará a su fin sin posibilidad absoluta de reiniciarse.
Nota. A continuación transcribiré los últimos datos científicos recopilados por la sonda espacial WMAP (“Wilkinson Microwave Anisotropy Probe”).
Desde el 2001 (año en que fue puesta en órbita) y durante nueve años este satélite tomó medidas de longitudes de onda de microonda en todas las direcciones del cosmos.
«El satélite WMAP logró contestar varias preguntas cosmológicas importantes.
El mapa que, del universo construyó, muestra detalladamente las pequeñas variaciones en temperaturas en diferentes direcciones del cielo (eso se conoce como anisotropía). El análisis de los datos que se muestran en el mapa indican que la edad del universo es de unos 14,000 millones de años. Además indican que el universo está compuesto de 73% de energía oscura, 23% de materia oscura, y tan solo 4% de materia común, formada por los átomos de la tabla periódica. Los datos indican la razón a la cual se expande el universo, que temprano en la historia del universo ocurrió la inflación y que el universo se expandirá para siempre.
»Estos datos precisos del WMAP son muy importante para el desarrollo de la Física. Los físicos desarrollan teorías para explicar la composición del universo, la aceleración del universo y la etapa de inflación. Las nuevas teorías deben ser consistentes con estos nuevos y precisos datos observacionales». (Datos tomados de “1 El Universo” Suplemento Auspiciado por NASA/Puerto Rico Space Grant, Universidad de Puerto Rico -2011).
Otras fuentes. En la revista “Muy Interesante” del mes de mayo de 2013, apareció un interesante artículo que confirma lo hasta aquí expuesto.
«Es importante entender el oscuro corazón del universo porque el futuro de ese 4% (de materia común) depende del desenlace de esta lucha entre titanes. La cosa es como sigue: la materia oscura (que en realidad es transparente, no negra) es una especie de pegamento que une a las galaxias y todo lo que hay dentro de ellas. Lo hace por medio de la gravedad. Es como un imán que no deja que los grupos de galaxias cercanos salgan volando por ahí. No sabemos de qué está hecha, aunque hay especialmente dos partículas candidatas bautizadas como héroes de cómics: Axion y Neutralino. Le debemos nuestra existencia a la materia oscura porque, al mantenernos unidos dentro de nuestros sistemas solares, actúa como un halo protector. Un manto amigable que ha preservado las condiciones necesarias para el surgimiento de la vida. De no ser por ella su contrincante, la temible energía oscura, nos desgarraría como un trapo viejo, desmembrando los brazos de las galaxias y jugando al boliche con los sistemas solares.
Para finales de la década de 1990 a nadie se le había ocurrido formular la hipótesis sobre la existencia de este extraño fenómeno. Por esos días el profesor Robert Kirshner, de la Universidad de Harvard, y su estudiante Adam Riess, observaban las estrellas supernovas de tipo Ia.
“Sucede que estas supernovas Ia son geniales porque tienen un brillo intrínseco conocido. Es como si dispusiéramos de un foco de 100watts y de acuerdo con su brillo aparente podemos deducir la distancia donde se encuentra”,... “Y cuando vemos una supernova así, podemos medir qué tan lejos está, exactamente, basados en su brillo aparente. Entonces ésta es la estrella que nos gusta usar para medir cómo se está moviendo el universo.”
Lo curioso es que Kirshner intentaba medir la desaceleración del universo, porque en los años 90 todo el mundo pensaba que debía haber suficiente materia y gravedad para que la expansión se frenara gradualmente. Otros grupos lo hicieron también, y sus comunicados decían: “está desacelerando”. Así que Kirshner tomó a sus viejas amigas las supernovas -siendo quizá el mayor experto en estas legendarias estrellas explosivas- y se dio a la terea de medir esta desaceleración.
“Para nuestra sorpresa, los datos mostraron todo lo contrario. Nos decían que la supernova más lejana brillaba menos de lo esperado; y esto era consistente con un universo en expansión, pues significaba que la estrella se estaba alejando de nosotros, es decir, el espectro de su luz estaba desplazándose hacia el rojo con gran intensidad. Cuando Adam me lo dijo, yo no le presté mucha atención. Asumí que había olvidado dividir la raíz cuadrada de Pi o algo así, y que hallaría su error. Pero el error no se fue, y el estudio del otro equipo de astrónomos seguía diciendo que había desaceleración. Además tuvimos que ir en contra de lo que Einstein había dicho, eso de que la constante cosmológica había sido su más grande error. ´¿Pretendes ser más sabio que Einstein?´, me increpó mi madre. Eso fue terrible porque tuvimos que tomar nuestros datos, cerrar los ojos y hacer el anuncio de que la expansión del universo estaba acelerándose en forma desbocada, y que eso tenía que deberse a alguna fuerza desconocida. La alternativa era conseguir más información, pero no queríamos esperar años. Fue una experiencia aterradora. ¿Y si estuviéramos equivocados?”, expresa Kirshner. Pero no lo estaban.
“Es increíble pensar que estábamos buscando la desaceleración... y trabajar en supernovas fue algo que yo inicié, ¿qué me iba a imaginar yo? Esto sólo pasa una vez en la vida. Probablemente nunca haré nada tan bueno otra vez.” La voz de Kirshner está cercana a quebrarse. “Pero por lo menos ya acepté la idea de que éste es el universo en que vivimos: uno que tiene esta energía extraña, y que se está acelerando y que nos va a llevar a un futuro frío, solitario y vacío.”»
*Para quien interese: Vídeo-documental sobre la materia oscura y la energía oscura.
*Para quien interese: Vídeo-documental sobre la materia oscura y la energía oscura.
Conclusión. Toda la evidencia hasta aquí expuesta contradice los intentos de quienes todavía hoy pretenden defender (sin ninguna base teórica o formulada a conveniencia, ni mucho menos científica) la idea ya superada de un universo cíclico y eterno.
IV. Una tercera Opción
A. Primera proposición
La ciencia ha demostrado, con evidencias claras y precisas, que el universo no es eterno, por lo tanto, tuvo un origen, un comienzo en el que antes no existía; y siendo que lo que no existe no puede darse él mismo la existencia, es lógico suponer que se necesitó de un agente externo, infinitamente poderoso y de una existencia eterna, para poder crear de la nada.
La ciencia ha demostrado, con evidencias claras y precisas, que el universo no es eterno, por lo tanto, tuvo un origen, un comienzo en el que antes no existía; y siendo que lo que no existe no puede darse él mismo la existencia, es lógico suponer que se necesitó de un agente externo, infinitamente poderoso y de una existencia eterna, para poder crear de la nada.
Luego el naturalismo (entiéndase materialista y ateo) no es lógico en su postura y no está acorde, en algunos aspectos, con las teorías y verdades científicas.
B. Segunda proposición
Si la interpretación literal de algunos textos de la Biblia provoca, crea y promueve la contradicción y el error, se entiende que ese modo de interpretar esos determinados textos es equivocado, por lo que hay que revisar el proceso de interpretación. Como pueden leer no he dicho que la Biblia esté equivocada, sino la manera, el modo de cómo ésta es interpretada y entendida; es aquí donde se dan las contradicciones.
Lo primero que hay que entender es que la Biblia es palabra de Dios, por lo tanto, hay que interpretarla desde el punto de vista religioso, no científico, pues Dios no pretende enseñar ciencia, sino el camino verdadero para conocerle a él y llegar a la vida eterna. (Y es que Dios, al utilizar a los hagiógrafos para dar a conocer las verdades de fe para la Humanidad, no violenta la libertad de los escribas, sino que se vale del contexto cultural, religioso y político en el que están inmersos.) Por consiguiente, en una sana interpretación bíblica hay que tener muy en cuenta los géneros literarios. Por ejemplo, en aquellos textos donde se le da a Dios cualidades humanas, hay que buscar su género literario para poderlos entender, pues Dios no es hombre ni masculino ni femenino (Deuteronomio 4, 15-20) ni criatura alguna, pues en Dios todo ello es imperfecto. Dios no sopla (como en Génesis 2, 7); ni se cansa (como en Génesis 2, 1-3); ni se arrepiente (como en Génesis 6, 5-7). De ser así, no sería Dios. Por ello, la teología católica en el conocimiento de Dios es sublime y, dentro de lo que humanamente podemos conocer y entender, es perfecta.
Ahora bien, los capítulos del Génesis (1-11) hay que entenderlos en sentido religioso, desde la fe y desde la revelación por el Verbo encarnado: Jesucristo.
Es interesante que Jesús, Dios hecho hombre, el método de enseñar es en parábolas o cuentos para transmitir su mensaje de salvación y liberación que es religioso, de fe; y utiliza la experiencia de la época para así hacerlo.
También podemos advertir un trasfondo histórico en algunas de sus parábolas, como por ejemplo la parábola de Lázaro y el Rico (¿Cuántas veces Jesús, en algún momento de su vida, se habrá topado con el tener que ver a los ricos en sus festines y fiestas mientras los pobres, desde afuera esperando que, por lo menos, alguna sobra les llegue a su boca?). Así como
Jesús utilizó la pedagogía de las parábolas para transmitir unas verdades de fe, no nos debería de extrañar que Dios, queriendo transmitir unas verdades de fe (no científica ni rigurosamente históricas) haya hecho lo mismo al valerse de un leguaje sencillo para poder transmitir dichas verdades a un pueblo cuyo conocimiento científico es muy limitado y escaso.
1. En el poema de la creación o de los orígenes
El autor sagrado, inspirado por el Espíritu de Dios, nos enseña como verdad de fe que, *Dios es el creador absoluto de todo cuanto existe; *Él gobierna y dirige la creación; *el hombre y la mujer fueron creados a imagen y semejanza de Dios (no en el sentido biológico, pues Dios no posee forma humana ni nada que limite su naturaleza, sino en el sentido espiritual y sobrenatural al otorgarle al ser humano un alma espiritual y vida sobrenatural, de aquí que el ser humano viene a ser un ser viviente); *el hombre rechaza esa semejanza e instigado por Satanás quiere ser igual a Dios pero sin Dios; *con este rechazo del hombre a los planes de Dios entra en el mundo todos los males físicos y morales que aquejarán al ser humano hasta el final; *el pecado (es decir, el rechazo a la voluntad de Dios y la fijación del ser racional hacia sí mismo sin considerar para nada al Creador) y la muerte (tanto la física como, sobre todo, la espiritual y eterna o condenación) se apoderan de la raza humana, y el hombre pierde la capacidad de llegar a Dios por sí mismo; *existe todavía una esperanza de reparar lo destruido, la esperanza de un Mesías, Hijo de la Mujer, que restaurará todo y lo pondrá todo en su justo lugar; *y todo aquel que en Él crea y le crea alcanzará la salvación, pero quien se resista a creer él mismo se condenará.
La narración en seis días de trabajo es para darle un valor religioso al día séptimo, que es día de descanso dedicado a Dios. El ser humano queda así obligado, como criatura de Dios, a separar un día para dedicarlo a Dios en el culto, a su cuerpo por medio del descanso y al prójimo por medio de la caridad.
2. En la parábola de Caín y Abel Dios nos enseña...
a. Que una de las consecuencias nefastas del Pecado de Origen es el rechazo, no solamente a Dios, sino también al hermano. b. Que tenemos la obligación de dirigirnos con verdad, humildad y caridad en primer lugar a Dios (por ser Él quien es, reconociendo su autoridad y señorío al ofrecerle toda nuestra vida, trabajos y acciones). c. En segundo lugar amar y perdonar al hermano y prójimo ante cualquier flaqueza, y no dejarnos llevar por la envidia y el individualismo que son males que nos llevan a despreciar al hermano y prójimo. d. El pecado (en este caso la soberbia u orgullo) lleva al ser humano a esconderse y desconfiar de la misericordia de Dios y a no buscar su perdón rechazándole totalmente. e. La marca o señal en la frente es signo de que sólo Dios es quien juzga las acciones humanas y ningún hombre debe tomar en sus manos la venganza; también, para los que hemos puesto nuestra esperanza en Yahveh, sólo bajo Su protección es que estamos seguros ante cualquier peligro. (Sobre la marca de los hijos y siervos de Dios ver: Ezequiel 9, 4-6; Apocalipsis 7, 2-3; 9, 5; 14, 1; 22, 3-4).
3. La Parábola del Diluvio Universal...
Nos enseña hasta donde puede llegar la maldad humana cuando éste se aparta totalmente de la presencia de Dios; es una destrucción total de sí mismo como persona y un envilecimiento de su dignidad de hijo de Dios hecho a su imagen y semejanza. Este desprecio a Dios lleva al ser humano a
despreciar la obra de Dios y a no cuidar de ella, sino a destruirla. ¿No lo estamos viendo hoy en día? ¿No vemos cómo el ser humano está destruyendo la naturaleza y a sí mismo? El arco iris representa que sólo en Dios y una apertura y entrega sincera a su voluntad, la humanidad hallará respuestas claras y acertadas para solucionar y resolver todas las diferencias, conflictos y males que la aquejan.
4. En la parábola de la Torre de Babel...
Se nos enseña que el ser humano, siempre inclinado al mal, cuando no se pone bajo la protección y cuidado de Dios, sino más bien, él quiere ser un dios, se vuelve muy individualista hasta el punto de no entender ni aceptar al otro. ¿No lo estamos viendo hoy cuando, por el uso irresponsable de los instrumentos de comunicación, ya no se da la comunicación de tú a tú, si no es a través de dichos medios? Me contaba una hermana mía que cuando fue al médico, mientras esperaba en la oficina sintió un silencio sepulcral. Cuando miró todos los presentes estaban con sus respectivos celulares, si no jugando, mandando mensajes de texto o haciendo cualquier otra cosa, cuando antes la comunicación de tú a tú era algo común y provechoso.
Entonces ¿qué podemos aprender de estas parábolas de los comienzos? Por eso Jesucristo (Dios y hombre verdadero) sus enseñanzas las impartía en parábolas, porque con ellas las ideas o enseñanzas eran más fácil que se quedaran grabadas en la mente.
C. Tercera proposición
Si todas las verdades de fe, es decir, lo que Dios se ha dignado revelarnos por Jesucristo, proceden de Dios; y si todas las verdades científicas (incluyendo las teorías de ser ciertas) proceden también del mismo Dios, ¿cómo puede haber contradicción entre ambas si proceden de la misma Fuente? Por lo tanto, ha de haber una tercera opción que supere los obstáculos que presentan las aparentes contradicciones entre ciencia y fe.
Si todas las verdades de fe, es decir, lo que Dios se ha dignado revelarnos por Jesucristo, proceden de Dios; y si todas las verdades científicas (incluyendo las teorías de ser ciertas) proceden también del mismo Dios, ¿cómo puede haber contradicción entre ambas si proceden de la misma Fuente? Por lo tanto, ha de haber una tercera opción que supere los obstáculos que presentan las aparentes contradicciones entre ciencia y fe.
Gracias a Dios, la Iglesia Católica Apostólica y Romana ha podido superar todos estos escollos sin tener que abandonar ni aflojar las verdades fundamentales en las que cree, promueve y defiende.
La Iglesia, que se reconoce ser la portadora y custodio de las verdades de fe divinamente reveladas (Efesios 3, 8-11 y 1Timoteo 3, 14-15), acepta, como parte de la revelación natural, todas las verdades científicas, pues éstas tienen su origen en Dios que las creó.
Conclusión. Siendo así que ambas verdades, la religiosa y la natural, provienen del mismo Dios, al ser estas interpretadas correctamente no pueden darse las contradicciones que de otra manera se dan.
Así pues, nada me impide que se pueda ser creacionista (que el origen del universo es por creación de Dios de la nada) y evolucionista (que todo cuanto existe tuvo un principio remoto y que ha ido evolucionando, de ser cierta esta teoría, desde lo menos perfecto hasta lo más perfecto, tanto la materia como la vida) y todo ello por obra y acción providente de Dios.
De esta manera puedo considerarme pertenecer a una tercera opción: creyente-teísta-creacionista-evolucionista. Como creyente en Dios creo todo cuanto se ha dignado revelarnos en Jesucristo por medio de su Iglesia Católica; como teísta creo que Dios puede ser conocido por medio de la luz natural de la razón; como creacionista creo que Dios creo de la nada, o mejor dicho, del no ser al ser el primer ente (ya como una singularidad, ya como un vacío gravitatorio o cuántico) del cual surge el universo; como evolucionista creo que Dios pudo valerse de tal proceso tanto de la materia como de la vida para crear nuevas formas de vida.
Si apoyo la Teoría de la Evolución como una posibilidad fuertemente argumentada, en este caso de la vida, no es según el concepto naturalista donde dicha evolución es puramente materialista, es decir, sin Dios; ni en una selección natural al azar. Creo, sí, en la Teoría de la Evolución como muy probable, pero una evolución regida por el gobierno de Dios y una selección natural guiada por la Sabiduría divina.
Quizás queden algunas lagunas que aclarar, pero espero que lo que se haya dicho aquí sea lo suficiente claro para entender que entre fe y razón, y ciencia y Biblia no hay contradicción.
Las contradicciones permanecerán en quienes permanezcan cerrados a las verdades reveladas por Dios, tanto la de Divina Revelación (por la fe de la Iglesia) como la natural (que se adquiere por medio de la ciencia).
V. ¿Cuál es la posición de la Iglesia Católica?
En el Catecismo, que es la doctrina oficial de la Iglesia Católica, leemos en el artículo 36 y sucesivos, lo siguiente: “La santa Iglesia, nuestra madre, mantiene y enseña que Dios, principio y fin de todas las cosas, puede ser conocido con certeza mediante la luz natural de la razón humana a partir de las cosas creadas. Sin esta capacidad, el hombre no podría acoger la revelación de Dios. El hombre tiene esta capacidad porque ha sido creado «a imagen de Dios»”.
Y en la revista del mes de octubre de 2012 de “Muy Interesante” se lee: “Por su parte, desde el papado de Pio XII (de 1939-1958) la Iglesia católica dio los primeros pasos para conciliarse con Charles Darwin. Sus sucesores Juan Pablo II y Benedicto XVI hicieron lo propio. Ratzinger (Benedicto XVI), por ejemplo, escribió en 1981: «La formula exacta es creación y evolución, porque las dos cosas responden a dos cuestiones diversas. El relato del polvo de la tierra y del aliento de Dios no nos narra en efecto cómo se originó el hombre. Nos dice qué es el hombre». El especialista en biología evolutiva Francisco José Ayala, de la Universidad de California, quien en sus inicios se ordenó como sacerdote dominico, concuerda con esta visión en la que ciencia y religión son dos ventanas al mundo capaces de ser compatibles. La ciencia trata de explicar los procesos naturales a través de leyes naturales, en tanto que la religión versa alrededor del significado y propósito de la vida. «Sobre estas cosas, -señaló Ayala en 2009-, la ciencia no tiene nada significativo que decir. Y la religión no tiene nada significativo que decir sobre la ciencia.» De acuerdo con él, este es el problema que tienen los fundamentalistas cristianos en Estados unidos y otros grupos que intentan hacer ver a la Biblia como un libro de ciencia. «Es entonces cuando sí hay contradicción», explica.”
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